En La Victoria, hoy estado Aragua, vivía una familia con cinco hijos varones. Todos se unen a la lucha: Defenderán a Venezuela aún a costa de sus vidas... Tres de ellos mueren heroicamente... Sólo eran unos adolescentes. Se les conoce como Los Macabeos de la Victoria y forman parte de los aproximadamente 100.000 adolescentes que murieron por darnos la independencia.
En 1775, Pedro Muguerza, con apenas 25 años, se vino de España buscando una mejor vida en Venezuela. Se asentó en el pequeño pueblo de La Victoria donde logró, con sus ahorros, alquilar un lote de tierras.
Pedro prosperó. Compró esas tierras y se dedicó al cultivo del añil, una planta muy preciada en esos años. Se casó con una venezolana: Josefa León y tuvieron diez hijos: Josefa, José María, Juan Manuel, Lázaro, José de Jesús, María Paula, Inés María, María Rosa, Belén y Pedro José. Cinco varones y cinco hembras.
Pedro y Josefa estaban orgullosos de sus diez hijos. Todos crecían fuertes y sanos. Los Muguerza-León habían sido bendecidos.
Pedro se alegraba de haber dejado España y haberse venido a Venezuela. En su actividad como comerciante del añil conoció y se hizo amigo de José Félix Ribas, quien fue el padrino del menor, Pedro José.
Pero estalló la guerra de Independencia. Al ya viejo Muguerza sus amigos le pidieron que se fuera, que toda la zona de los valles de Aragua se iba a convertir en un hervidero. Pero Muguerza les respondió:
_Soy Patriota y tengo dos brazos y cinco hijos para defender a la Patria.
Fueron muchos los españoles que al llegar a Venezuela desde mediados del siglo XVIII, a los pocos años ya sentían a este país como su propia patria.
Dos de sus cinco varones, Juan Manuel y José María, no lo pensaron dos veces y se unieron a las fuerzas patriotas, específicamente bajo las órdenes de Vicente Campo Elías. Juan Manuel, con apenas 22 años, murió combatiendo en La Puerta el 3 de febrero de 1814.
Con esa derrota, los patriotas se replegaron a La Victoria, ciudad que convirtieron en una fortaleza. Abrieron zanjas y estacas por todo el perímetro y apostaron tiradores en todos los tejados. Como no había soldados suficientes, Ribas mandó emisarios a Caracas y a todos los pueblos cercanos pidiendo que todos los hombres mayores de 13 años vinieran en auxilio de la ciudad.
Muguerza y su esposa aún lloraban la muerte de Juan Manuel. De José María no sabían nada.
Pero Muguerza y Josefa no iban a permitir que todos lucharan y que los tres varones que aún estaban en sus casas se quedaran encerrados. Entonces Lázaro y José de Jesús, que no llegaban a los veinte años de edad, pidieron que les entregaran fusiles.
La batalla se inició desde temprano el 12 de febrero de 1814. Hacia el mediodía, un certero disparo mató al joven patriota que estaba en la torre de la Iglesia. Entonces José de Jesús Muguerza corrió a tomar su lugar y murió de un disparo cuando atravesaba la calle. Tenía apenas 17 años. Su otro hermano, Lázaro, de 15 años, al verlo caer, corrió lleno de ira, hacia las filas enemigas y murió de múltiples disparos de fusil.
Ribas sintió que él era el que tenía que darle la fatal noticia a sus padres. Tres Hijos habían perdido los Muguerza en menos de una semana. Dos el mismo día. De uno no sabían nada, quizás también estaba muerto. Sólo les quedaba un varón, el menor, Pedro José, de sólo 13 años de edad.
Josefa y Pedro, cuando vieron a Ribas en la puerta de su casa, supieron lo que había pasado pero esperaron a que él hablara:
_ Compadre, malas noticias para usted y para la Patria… mataron a los muchachos.
Josefa, conteniendo el llanto, le respondió:
_ Compadre, las malas noticias son para mí; para la Patria no, porque ahí está el otro.
Y entonces miró al único varón que le quedaba, a Pedro José, y le dijo:
_ Váyase con su padrino y defienda el puesto de sus cuatro hermanos.
Ribas le entregó al niño el mismo fusil que había cargado José de Jesús. Pero al alejarse de la casa le dijo al niño:
_ No te separes de mi ahijado. Has tomado el fusil sin miedo y ya has demostrado tener honor.
Unas dos horas después, los jóvenes patriotas estaban que desfallecían, pero entonces Vicente Campo Elías apareció en un cerro cercano con unos doscientos soldados. Los realistas, al ver esos refuerzos se replegaron. Los patriotas habían ganado.
Entre los doscientos que venían con Campo Elías estaba José María, el hijo mayor. Cuando Pedro Muguerza y Josefa León lo vieron, en medio de la algarabía por el triunfo, se sintieron aliviados.
Y esa noche, los Muguerza-León, velaron los cuerpos de dos de sus hijos.
José María y Pedro José siguieron luchando en la guerra de independencia. José María llegó a Coronel. Ambos murieron en la vejez.
Los cinco hijos varones de Pedro y Josefa son conocidos en la historia de Venezuela, como los cinco macabeos, por su valentía y desprendimiento.
Hasta principios del siglo XX, en el antiguo cementerio de La Victoria había tres tumbas una cerca de la otra… Sus lápidas decían:
Juan Manuel, José de Jesús y Lázaro. Los Hermanos Muguerza.
5 comentarios:
Oye que impresión tengo yo soy muguerza x eso
Yo soy de la familia muguerza
Que orgullo conocer con detalles está valentía de los antepasados de mi familia política!!
Yo no soy de ese apellido MUGUERZA pero que orgullo siento por estas personas y mi apellido es GALEA
Publicar un comentario