¿Qué es y qué hizo Marcos Pérez Jiménez que a casi sesenta años de su abrupta salida del poder aún continúa muy vivo en la memoria y en el imaginario colectivo? Es esto un caso digno de estudio
En 1924, con el estallido del pozo Barroso 2, se supo con certeza que Venezuela tenía un inmenso mar de petróleo en su subsuelo. Allí comenzó el festín.
La agricultura comenzó a abandonarse. Comunidades agrícolas completas desaparecieron. La gente se iba a vivir cerca de los grandes centros de extracción de petróleo y surgieron los cordones de pobreza en las ciudades. También, como era de esperarse, comenzamos a importar lo que comíamos.
En 1936 Arturo Uslar Pietri mencionaba que había que “sembrar el petróleo”. Parece que nuestros gobernantes no entendieron esa metáfora. Es verdad que en el gobierno de Betancourt (1959-1964) se hizo un intento para desarrollar la agricultura, pero muy poco se logró, debido a la proverbial ineficiencia del Estado venezolano.
¿Pero para qué cultivar la tierra si teníamos petróleo y podíamos comprar todo afuera? Tal vez así pensaban todos los que debían tomar decisiones.
Hubo un presidente que pensó de otra manera. Un hombre que mandaba a hacer simulacros de salvamento ante posibles bombardeos sobre Caracas o que hacía escuelas para 1000 alumnos donde sólo estudiaban 200 o carreteras a la selva o pensaba en cosas como Hoteles submarinos, o ciudades vacacionales para trabajadores; seguramente también pensaba en desarrollar nuestra agricultura. Y así fue.
Marcos Pérez Jiménez tenía previsto, para su período de gobierno (1958 – 1963) llevar a cabo una primera fase del Plan de Desarrollo Agrícola. Este Plan, de manera muy resumida, contemplaba una gran red ferroviaria que pudiera trasladar eficientemente por todo el territorio la producción agrícola. Habría centros de acopio (o aduanas) principales en Punto Fijo, San Antonio del Táchira, Cabimas y Puerto Cabello, así como tres nuevos puertos: Uno en el estado Monagas y dos en el estado Anzoátegui. También un gran Centro de Distribución para la zona capital que iba a estar situado en los Valles del Tuy.
El orden, la seguridad y el bienestar económico que se vivió en la época de Pérez Jiménez hace que muchos vuelvan a mirarlo en tiempos de crisis. Pérez Jiménez lo dijo: "Mis obras hablarán por mi". |
El gobierno de Pérez Jiménez se proponía fertilizar las tierras del centro de Anzoátegui y oriente de Guárico, que no son muy propicias para la agricultura. Pretendía adecuar en total un millón de hectáreas con la construcción de un Canal entre el Mar Caribe y el Río Orinoco. Este canal, de unos 300 Km de longitud y 150 metros de ancho, no sólo llevaría agua a esas tierras y a un gran embalse que se construiría cerca de Tucupido sino que también sería navegable para embarcaciones de hasta 80 toneladas.
Para que se hagan una idea de la magnitud de este canal, basta decir que iba a ser cuatro veces más largo que el Canal de Panamá. En el extremo norte, en su desembocadura en el mar, cerca de Boca de Uchire, se construiría un puerto. Por otra parte, en su extremo sur, cerca de Cabruta se construiría una nueva ciudad, exactamente en el centroide de Venezuela.
Detrás de todo esto también había un componente ideológico. Pérez Jiménez era un consumado anticomunista (razón por la cual los Estados Unidos lo apoyaron hasta que no soportaron las presiones de Gran Bretaña y el poder que Pérez adquiría en América Latina). Decía que el comunismo avanza allí donde el Estado fracasa, donde la pobreza se instala, entonces, para detenerlo, había que contar con una clase media fuerte (este pensamiento por supuesto que no es original de Pérez Jiménez). Por eso quería crear a todo lo largo del Canal del Orinoco-Mar Caribe centros urbanos para que viviera una fuerte y poderosa burguesía agrícola. Algo que por supuesto han hecho todos los países que producen lo que comen.
Primera Fase del Plan Ferroviario de Pérez Jiménez. |
Cerca de Tucupido se construiría un embalse y también una represa hidroeléctrica. El embalse serviría para regar el millón de hectáreas que se cultivarían y la represa para producir la electricidad suficiente para las 500.000 personas que vivirían en los primeros años en la zona.
Pérez Jiménez complementaría este plan con otras obras que ya se venían ejecutando en otras zonas del país. La idea era “sembrar el petróleo”.
¿Se imaginan que todo esto se hubiese hecho?
En 2009 el presidente Hugo Chávez mencionó esta idea de Pérez Jiménez (la de un Canal que uniera el Orinoco con el Mar Caribe) y asomó la posibilidad de que se iniciarían los estudios para hacerlo pero la idea no se concretó.
Cabruta, a orillas del Orinoco está en el centro de Venezuela. Allí Marcos Pérez Jiménez había visualizado la fundación de una nueva ciudad que a la larga pudiera ser la capital de Venezuela. |
En realidad, la adecuación del millón de hectáreas en el centro del país, la red ferroviaria, la nueva ciudad en el centro del país, tres nuevos puertos y el Gran Canal Orinoco-Caribe no eran los únicos proyectos de Pérez Jiménez para el período 1958-1963. También estaba el Puente sobre el Lago, un hotel submarino en el litoral central, la Gran Autopista de La Costa, el Puente a la isla de Margarita, el túnel Caracas-La Guaira por debajo del Ávila y la recuperación del Esequibo.
Como dijo José Ignacio Cabrujas:
“[Cuando la dictadura] sentíamos que progresábamos, que no era mérito de Pérez Jiménez sino de las inmensas riquezas del país. Pensábamos que era de cajón que Pérez Jiménez hiciera lo que hacía, y que alguien lo podía hacer mejor… A la larga descubrimos que no, que nadie lo hizo mejor. Es casi blasfemo para mí mismo decirlo, pero es la verdad”
1 comentario:
La presión de la Gran Bretaña contra Perez Jimenez esta realmente basada en la influencia que el Primer Ministro ingles, Harold McMillan hiciera al gobierno de Estados Unidos. Si bien era conservador coqueteaba con la URSS. Esta fue tambien la epoca de la gran penetracion de espias sovieticos en Inglaterra, provocado por la distensión del primer ministro.
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