La Frase de la Semana

Atrévete a saber

domingo, 20 de noviembre de 2016

Bhaskara Achayra... Su nombre permanecerá para siempre.


Bhaskara Acharya, nacido en el año  1114 en Bijapur, en el sur de La India representa el punto culminante del desarrollo de las matemáticas indias. Su nombre quedará para siempre asociado a la fórmula que dedujo y que sirve para resolver la ecuación de segundo grado. 

«Oh, tú, propicia niña de amables ojos de cervatillo, si has comprendido bien los métodos de la multiplicación, ¿cuál es el resultado de multiplicar 135 por 12? Dime también qué número obtendrás si el producto lo divides entre 12».

Lo anterior no rima porque está escrito en castellano, pero en su idioma original notaríamos que posee una hermosa rima.  Forma parte de unos 300 poemas escritos por Bhaskara en el año 1150 y que conforman el "Lilavati" ("hermosa").  

Bhaskara II (para diferenciarlo de otro Bhaskara que vivió quinientos años antes) fue un matemático y astrónomo de La India, escribió el libro en cuestión y se lo dedicó a su hija adolescente para que se entretuviera mientras pasaba la pena por la muerte de su esposo (aunque otra leyenda dice que fue por la pena de no haberse casado en el momento justo que los astros lo recomendaban) 

El «Lilavati» tiene casi 300 problemas, que van desde ecuaciones simples, sistemas de ecuaciones con dos incógnitas, ecuaciones de segundo grado, sumas, restas, multiplicaciones, divisiones tanto de enteros como de fracciones, repartos proporcionales, geometría, trigonometría…. En total está dividido en trece partes, a saber:

Lilavati es, después de la Biblia y La Política
de Aristóteles, el libro más antiguo
que aún continúa editándose. También es libro
de texto en muchos colegios de La India.
En la imagen una de las ediciones modernas
de ese libro.
1.     Metrología. 
2.     Enteros y fracciones, extracción de raíces. 
3.     Métodos para la Resolución de problemas. 
4.     Problemas de estanques y mezclas. 
5.     Suma de series. 
6.     Planimetría. 
7-11.Cálculo de volúmenes. 
12.   Problemas de análisis indeterminado. 
13.   Problemas de combinatoria. 

Bhaskara tendría unos 36 años cuando compuso este hermoso poema y estaba en la plenitud de sus creaciones. Su nivel de abstracción era impresionante. Era hijo de un brahmán, es decir, un miembro de la más alta casta del hinduismo, por lo que no sólo tenía bienes de fortuna sino que debe haber recibido una esmerada educación. 

Fue Bhaskara el que ideó la fórmula para resolver ecuaciones de segundo grado y fue, que sepamos, el primero que intentó definir la división por cero. Bhaskara dijo que «dividir por cero equivale a dividir por un número muy pero muy pequeño, por lo que el resultado es infinito». Por lo que estuvo a un paso de entender lo infinitesimal. En esto se adelantó 500 años a Newton y a Leibniz. En sus propias palabras, Bhaskara agregó: «Si se divide por cero la cantidad es infinita, es decir, si el divisor es la ausencia (el cero) no hay alteración posible por mucho que se agregue o se extraiga, así como tampoco hay cambio en Dios infinito e inmutable». 

También hace una demostración del teorema de Pitágoras y da para pi la aproximación de 3927/1250 que equivale a 3,1416, aproximación que aun hoy es la que se usa a nivel de cálculos elementales y no tan elementales.  

Así mismo, es el autor de dos conocidas fórmulas de la trigonometría: La del seno de la suma y la del seno de la diferencia de dos ángulos.  En astronomía dio un valor para el año sidéreo de 365,2588 días. El valor exacto es de 365,2596. El error de Bhaskara fue de tan solo 1 minuto. Considérese que él llegó a ese resultado usando solamente su sentido de la vista, es decir, no tuvo la ayuda de ningún aparato. Es un misterio cómo logro tamaña exactitud.  

Bhaskara también estuvo a punto de establecer una solución matemática para las raíces negativas de índice par. Sabemos que estos resultados son números complejos, pero Bhaskara no continuó con el tema, y dijo: «La gente no acepta las raíces negativas». Un ejemplo más de que no hay que hacer caso a lo que diga o deje de decir la gente. 


Desconocemos con exactitud cuál fue el método que usó Bhaskara para hallar la fórmula que resuelve
la Ecuación de Segundo Grado; pero debe haber sido igual o similar al que muestra la imagen.

Bhaskara II murió en el año 1185, a los 71 años de edad. Escribió cinco libros más que gracias a Dios lograron atravesar sin daño los casi mil años que nos separan de él.  

Resolveremos uno de los problemas propuestos por Bhaskara. 

“Un bambú de 32 codos de altura se quebró por un fuerte viento. La punta del bambú tocó el suelo a 16 codos de distancia del pie del bambú. Dime, pequeña matemática, ¿a qué altura se quebró el bambú?”

El problema del bambú roto se resuelve usando el Teorema de Pitágoras.


La espía que no los amó.


La historia de Marita dice tanto sobre lo que una persona puede llegar a hacer sugestionada por las agencias de espionaje o por buscar la aventura y vivir la vida siempre en el borde. En la fotografía, la espía Marita Lorenz junto a Fidel Castro.  

El título de este post se parece al título de una novela de Ian Fleming, publicada en 1962 y a una película de la saga de James Bond, del año 1977, que no tiene nada que ver con la novela. Pero este post no tiene nada que ver ni con la novela ni con la película. Pésima, por cierto. 

Les hablaré de Marita Lorenz... la espía que supuestamente amó a Fidel Castro y también a Marcos Pérez Jiménez. Ella era una agente de la CIA y uno se pregunta: ¿Qué lleva a una espía a acostarse con un marxista y con un nacionalista si ambas cosas son diametralmente opuestas? 

_Bueno, eso no tiene nada que ver _diría Marita. 


Y tiene razón. La cama, al igual que la sepultura, son las dos cosas que siempre terminan por igualar todo en este mundo. 

Marita Lorenz nació en 1939, en Bremen, Alemania. En 1945, terminada la Segunda Guerra Mundial, ella y su familia fueron confinadas por los aliados a un campo de concentración. Dos años después, con sólo siete años, fue violada por un soldado estadounidense en ese campo de concentración. 

Liberados poco después se fueron a Nueva York, donde sus padres fueron reclutados por la CIA. En febrero de 1959 su padre es enviado a La Habana, como capitán de un barco turístico, pero en realidad estaba en misión de espionaje (un mes antes los revolucionarios cubanos habían triunfado). Allí el marinero conoce a Fidel Castro y le presenta a su hija Marita. Ella se siente atraída inmediatamente por Fidel y él le corresponde. Se hacen amantes. Marita queda embarazada. 

No se sabe a ciencia cierta qué sucedió; pero unos meses después, ella se encuentra en los Estados Unidos y ya no está embarazada. Se ha dicho que fue sacada de La Habana por un comando de la CIA quienes la obligaron a abortar.  

Es entonces cuando la CIA la convence de trabajar para ellos. La misión: Matar a Fidel Castro. El plan era sencillo: Llegaría a La Habana fingiendo que logró salir clandestinamente de Estados Unidos y le diría a Fidel que aún lo amaba. Pero en su maleta llevaría una ampolla de un poderoso veneno. 


Marita Lorenz con su hija Mónica, la niña
que le dio a Marcos Pérez Jiménez. 

Así lo hicieron, Marita llegó a La Habana en Julio de 1960 y a través de un tercero mandó a decirle a Fidel que quería verlo. 

Fidel la recibió en el Palacio de Gobierno. Al verla, el comandante le preguntó: 

_ ¿Has venido a matarme? 

Ella, desconcertada ante la pregunta respondió, nerviosa:

_ Sí.

Fidel le pone una pistola en la mano y le dice:

_ Toma, haz lo que viniste a hacer. 

_ No puedo _le dijo Marita mientras le devolvía la pistola.

Fidel le respondió:

_ Vete Marita. Sal de Cuba y no regreses más.

Un año más tarde, en 1961, Marita conoce en Nueva York al ex presidente de Venezuela, Marcos Pérez Jiménez y se hacen amantes. Nunca se supo si fue un plan de la CIA para vigilar de cerca a Pérez Jiménez que estaba en negociaciones con otros gobiernos para retomar el poder en Venezuela o si de verdad se enamoraron.

Pérez Jiménez nunca quiso hablar de Marita Lorenz. Pero ella si tuvo a la niña que él le engendró. Le puso por nombre Mónica. 

Marita Lorenz, la espía que no pudo matar a Fidel y amante de Marcos Pérez Jiménez tuvo un tiempo de fama en los años setenta y ochenta, gracias a dos libros que publicó. Pero hoy, a los 77 años, languidece en un ancianato en Nueva York. Mientras tanto, su hija Mónica anda por allí, buscando su lugar en el mundo...


Mónica Lorenz (n. 1962) (o como ella se hace llamar Mónica Pérez Jiménez) tuvo una infancia difícil. Hace pocos años confesó que de niña fue abusada varias veces en un colegio católico donde estudió. Después trabajó como modelo para la revista Play Boy. Vive en Nueva York y desconozco si mantuvo contacto con su padre, quien murió en Madrid en 2001. El cineasta alemán Wilfried Huismann, quien ha realizado varios documentales sobre la red de intrigas de la CIA en América Latina y Europa  ha catalogado a Mónica como una «hija de la guerra fría».

martes, 15 de noviembre de 2016

La increíble historia de la muerte de José Félix Ribas


El 31 de enero de 1815 el General José Félix Ribas, tío político del Libertador, murió ejecutado a lanzazos en la plaza de Tucupido. Su propio criado, Concepción González, lo entregó a los realistas. ¿Pero de verdad sucedieron así los hechos?

Cae el sol en la ciudad de Maturín. Es el 10 de diciembre de 1814. El maltrecho y disminuido ejército de patriotas venezolanos sólo posee la ciudad de Maturín. Cierto es que hay partidas de guerrilleros dispersas por los llanos centrales y occidentales, pero ese frío diciembre de 1814 la República de Venezuela prácticamente no existía.

Aquel año había sido fatídico, las pugnas entre los patriotas, especialmente entre los dos bloques representados por Bolívar y Mariño, había sido la causa de muchas derrotas y también, es necesario decirlo, la obstinación de Bolívar y el hecho de que el pueblo llano, lo más profundo del país no se sentía identificado con la independencia. 

Pero los patriotas, especialmente Bolívar irían aprendiendo de los errores y aquel 1814, donde se dio con más fuerza la guerra a muerte, sería el último período donde los patriotas tuvieran que morder repetidas veces el polvo de la derrota. 

Los cuatro principales jefes patriotas que resistieron hasta el final en el año 1814: José Félix Ribas, protagonista de esta historia. Nacido en Caracas en 1775, tenía diez hermanos. Todos patriotas. José Francisco Bermúdez, José Gregorio Monagas, quien llegó a ser, años después, presidente de Venezuela  y Manuel Cedeño, quien falleció en el campo de Carabobo. 
Y los heridos y desmoralizados patriotas estaban en Maturín. Habían sido derrotados días antes en Urica, en la que constituye la batalla más grande por nuestra independencia (por el número de combatientes). Aunque el sanguinario José Tomás Boves había muerto en esa batalla, los patriotas quedaron destrozados y se replegaron a Maturín. El último bastión que les queda en Venezuela. 

Los defensores de Maturín apenas llegaban a unos 300 oficiales y 200 reclutas de la ciudad, en su mayoría muy jóvenes. Estaban comandados por Ribas, Bermúdez, Cedeño y José Gregorio Monagas. La mayoría de los oficiales aconsejan que lo mejor es retirarse hacia el norte y tratar de llegar a la costa para luego pasar a Trinidad, pero los jefes orden resistir hasta el final. 

A las 7 de la noche del 10 de diciembre comenzó la batalla. Se extendió hasta las 10 de la mañana del día siguiente cuando los patriotas fueron vencidos. Los realistas se dedicaron al saqueo y a la matanza mientras los pocos patriotas que se salvaron huyeron hacia las montañas. 

Irapa, fundada en 1736 con el nombre de San José de Irapa, y capital del Municipio
Mariño en el estado Sucre, es actualmente un destino turístico debido a sus hermosas
playas y paisajes que ya habían deslumbrado al mismo Cristóbal Colón cuando
pasó cerca de allí en su tercer viaje. Irapa fue el último reducto de los patriotas
en el año 1815. Tomada por los realistas a fines de febrero de ese año fue reducida a cenizas.
Morales, el jefe realista, persiguió a los vencidos, tomando el pueblo de Soro, defendido por Piar, el 14 de febrero. Al día siguiente tomó Güiria. Ambos pueblos fueron saqueados e incendiados. Con todo, en Irapa estaba el coronel Rivero con 400 hombres. Enterado de la derrota en Maturín intentaron huir pero fueron alcanzados y masacrados el 17 de febrero de 1815. El 28 de ese mes Irapa cayó en poder realista. Ya no había en Venezuela un solo pueblo o ciudad en manos de los patriotas. 

Bermúdez, Piar, Monagas y muchos otros jefes lograron salir del país. Otros como Cedeño se quedaron en los llanos occidentales en una lucha de guerrillas. Ribas, junto con un criado y un sobrino, lograron huir hacia los montes. Buscado afanosamente por los realistas, Ribas tenía que moverse. Sabía que si lo encontraban lo matarían. Le llegaron noticias de que aún Barquisimeto no había caído en manos realistas y caminaron 250 Km, siempre por las montañas, hasta que cinco semanas después llegaron a Jácome, en el Guárico. Allí, exhaustos deciden descansar unos dos días en un hato, antes de seguir caminando hacia Barquisimeto.

En el hato se encontraba un negro esclavo de nombre Concepción González, Ribas, en cama, muy enfermo, lo manda a Valle de La Pascua, que está a 20 Km, para que busque provisiones. Estando en ese pueblo, Concepción decide que lo mejor es denunciar a Ribas porque de seguro le darán una buena recompensa. Así lo hace y regresa con un piquete de soldados españoles. Encuentran a Ribas en su lecho de enfermo, lo encadenan. Matan en el acto a su sobrino y a su criado. Cuando van a atravesarlo con una lanza, Ribas pide que lo lleven ante un general español y que lo juzguen. El capitán que comanda el piquete piensa que quizás se meta en problemas si mata a Ribas y decide llevarlo a Tucupido. No muy lejos de allí. Los cuerpos de su sobrino y de su criado fueron enterrados por los campesinos en un lugar desconocido. En el pueblito de Jácome dicen que en los montes se escuchan los lamentos de esas almas en pena.

Llegan con Ribas a Tucupido. Allí está un teniente español de nombre Barrojola, quien ordena que lo ejecuten inmediatamente. Así lo hacen, a lanzazos; y luego le cortan las manos, las piernas y la cabeza y las diseminan por todos los pueblos cercanos como escarmiento. Tenía Ribas, 39 años de edad. Su cabeza la fríen en aceite (para ralentizar la descomposición) y la envían a Caracas para que la coloquen en un poste en La entrada a la ciudad que va al camino a La Guaira. El triste cortejo sale de Tucupido, pasa por Valle de Guanape, sigue hacia El Guapo, luego Caucagua, Guatire y llega casi al anochecer del 12 de marzo a Guarenas. A petición de los guareneros, (Los Ribas tenían tierras en esa ciudad) los que traen la cabeza acceden a un velorio. Así lo hacen en una casa cerca de la Plaza Mayor.

Una vista del pueblo de Jácome en Guárico. Toda la zona, igual
a como era cuando Ribas pasó por allí, está llena de hatos y haciendas.
En uno de esos hatos se ocultó Ribas mientras recobraba la salud
para seguir camino a Barquisimeto, ciudad que él creía que aún estaba
en manos patriotas.
Al día siguiente siguen hacia Caracas. Sus familiares (entre ellos su esposa, Josefa Palacios, tía del Libertador) ya saben la noticia pero quieren cerciorarse. La cabeza de Ribas está irreconocible. Sólo su barbero (que le había extraído dos muelas tres años antes) les dice que sí es la cabeza del Vencedor de Los Tiranos en La Victoria. Colocan la cabeza en un poste en La Pastora, donde el tiempo hizo lo suyo. Su esposa se viste de luto y se encierra en su casa. De nada valió que un año después, el mismo general español Pablo Morillo, fuera a su casa para pedirle que saliera de su encierro.

_ No se afane por mí, general Morillo, saldré cuando los míos vengan a buscarme y me digan que Venezuela es libre. 

Fueron sus palabras cuando el jefe realista, Pablo Morillo, queriendo restañar parte de las profundas heridas que patriotas y realistas se habían hecho la visitó en su casa en Caracas en 1817.  

Y ese día llegó. Una calurosa tarde de julio de 1821, tocaron a su puerta.  Su hijo, el único hijo varón de Ribas, de diez años de edad abrió la puerta. 

_ Mamá, en la puerta está mi tío.

Josefa sale y lo ve... No era el mismo de hace tres años cuando lo vio por última vez ni tampoco era el mismo niño que ella ayudó a criar: El Libertador. 

_ Tía, ganamos en Carabobo. Venezuela es libre. _le dijo. 

Fue entonces cuando Josefa Palacios abandonó el luto por la muerte de Ribas. 

Al teniente Barrojola lo mataron tres meses después de la muerte de Ribas. Un llanero patriota lo atravesó con un lanzazo que le entró por un costado y le salió por el otro. 

A Concepción González le dieron su paga. No mucho, pero quedó satisfecho. Se pasó a las filas realistas. 


Plaza de Tucupido. Aquí, el 31 de enero de 1815, fue ejecutado a lanzazos José Félix Ribas.  Tucupido es muy conocido por ese hecho, también porque es llamado "el granero de Venezuela", por ser el centro de una zona de gran producción agrícola y porque en sus alrededores, cayó un objeto proveniente del espacio exterior. 
La guerra por nuestra Independencia terminó y las heridas sanaron; pero en 1859 comenzó una cruenta guerra civil que ahora conocemos como Guerra Federal. En 1861 uno de los liberales, el general Natividad Solórzano, un hombre de 57 años de edad, llegó un día a Barinas y ordena a sus hombres que hagan una redada porque sospecha que hay espías de las fuerzas del gobierno. Les llevan a los sospechosos a su cuartel general, ubicado en una vivienda. Pregunta los nombres de los detenidos y un frío le recorre la espalda cuando un viejo como de 66 años responde: 

_Concepción González.

El general Solórzano se acarició el bigote y recordó. Tenía 10 ó 12 años apenas. Vivía en Tucupido y todos, adultos y niños, fueron a la plaza mientras gritaban: 

_¡Vengan, vengan, agarraron a Ribas y lo van a matar!

Él fue uno de esos niños que vieron morir a Ribas y jamás olvidó la escena y la templanza del vencedor de los tiranos. Estaba sereno y firme. El primer lanzazo le dio en el pecho y lo derribó. El segundo le dio en la garganta, varios más le dieron en las piernas y en el estómago y después, simplemente, murió.

La traición de Concepción la supo todo el pueblo. Más nunca lo vieron por allí, pero Natividad no lo había olvidado.

_ ¡Ah, Concepción González! Ya vamos a arreglar el asunto de Ribas. 

Concepción levantó la mirada y vio la determinación en ese hombre. Vio reflejado en sus ojos el largo brazo de la justicia y supo al instante que su hora había llegado. 

El general Solórzano le dijo algo en el oído a uno de sus soldados.  Éste entró en la casa y regresó con una soga, la amarraron de la rama de un samán que estaba allí. Y a empujones se la colocaron en el cuello a Concepción. 

_¡Yo no fui! ¡Yo no traicioné a Ribas!  ¡Él ya estaba muerto cuando los godos me obligaron a delatarlo! ¡General, es la verdad verdaíta! - gritaba con voz gañosa. 

El mismo Solórzano le dio un puntapié a la silla y así murió el hombre que 46 años antes había vendido al valiente José Félix Ribas.

Cuarenta y seis años había vivido Concepción González con su traición y quizás siempre supo que ese día llegaría.

Pero la historia llega hasta nuestros días.

A mediados de los setenta se supo que un nieto de Concepción González aún vivía. Se encontraba en Barinas. Tenía 90 años de edad. Fue entrevistado por un historiador: 

Monumento a Ribas en la ciudad de La Victoria. Obra de Eloy Palacios, el grupo muestra a Ribas con dos de los hermanitos Muguerza en la Batalla de La Victoria (14 de febrero de 1812): Uno de ellos abatido por el fuego enemigo y el otro, al lado de Ribas, quien era su padrino.  Esta batalla fue ganada por unos 800 adolescentes con Ribas a la cabeza. 
_ De generación en generación _le dijo_ ha pasado la verdad de lo que sucedió en 1815. El general Ribas murió en su lecho de enfermo en Jácome y mi abuelo lo enterró. Se quedó con las monedas y las pistolas y se fue a Valle de La Pascua Allí lo vieron los españoles y les llamó la atención que un negro cargara una pistola y tuviera tanto dinero. Lo obligaron a decir la verdad. Fueron a donde había sido enterrado Ribas y como querían llevarse el mérito, lo desenterraron, le cortaron la cabeza, la frieron en aceite para que no se viera que ya estaba descompuesta y la mandaron para Caracas. El cuerpo después lo lanzaron a un barranco.

¿Decía la verdad Concepción González minutos antes de morir en la horca en 1861??

Quizás jamás se sabrá; pero el general Solórzano, viendo como se llevaban el cuerpo de Concepción lo recordaba clarito. Él mismo, desde niño siempre escuchó a sus mayores decir:  

_ El negro Concepción traicionó al general Ribas. Algún día se hará justicia. 

EL cuerpo de Ribas y el de su sobrino jamás fueron encontrados. Dicen los habitantes de Jácome que a veces, en las frías noches de enero, se escuchan quejidos que atraviesan los llanos. 

Quizás son las almas de los 300.000 venezolanos que murieron para darnos la independencia. 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Quo Vadis


«Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte»
1 Corintios, 15: 26

Una vez crucificado Jesús de Nazaret, sus 12 apóstoles y muchos cristianos más, quizás unos 70, se dispersaron por todo el imperio romano para predicar el evangelio. Uno de ellos fue Simón, a quien Jesús había apodado «Pedro» (“La roca”).

Pedro, después de estar un tiempo oculto en Palestina y Siria, se fue a Roma. En ella se encontraba, en el año 64, cuando el emperador Nerón mandó a incendiar parte de la ciudad «porque quiero escribir un poema sobre Roma ardiendo y necesito verlo para inspirarme»(1). Él también quería hacer espacio para construirse una inmensa mansión.

Nerón, sin duda, está entre los gobernantes más inicuos de la historia. Es probable que sufriera algún tipo de demencia (2).

Pedro (y también Pablo) predicaron mucho en Roma. En ese momento Roma era la ciudad más poblada del mundo y se cree que la pobreza extrema era del 70%. Todos esos desamparados encontraron un rayo de consuelo en las palabras de esos dos cristianos. 


Nerón Claudio César Augusto Germánico, sobrino del emperador
Calígula.  Se convirtió en emperador en el año 54 con apenas 17 años
de edad.  Al principio fue un buen gobernante, y llegó a ser muy popular;
pero luego se tornó cruel y despiadado aunque se cree que no lo fue tanto
o más que muchos de sus sucesores,  sólo que los historiadores exageraron
sus actos porque desde siempre se ha sabido que lo escabroso
es lo que más vende. Nerón tenía 31 años  cuando se hizo matar
por su secretario pocos días  después que el Senado  lo declarara enemigo
público.  En la imagen el actor inglés Peter Ustinov (1921 - 2004)
caracterizado como Nerón en la película "Quo Vadis" (M. LeRoy, 1951)
Pero el Estado romano pronto vio el peligro que representaba esa nueva religión. Incluso, para los romanos, los cristianos eran ateos. «¿Qué es eso de que su Dios es un hombre?», preguntaban ellos. Además, los cristianos decían que no había que adorar al emperador y eso era un delito que se pagaba con la muerte. Debido a ello todos ocultaron que seguían a Cristo y usaban elaboradas claves para reconocerse entre ellos. 

Con todo que era una religión o creencia hecha para gente pobre y desamparada, algunas personas ricas también se convirtieron en cristianos. Y también, algunos soldados y oficiales del Ejército.

Nerón culpó a los cristianos del incendio y se desató la primera gran persecución contra ellos. Muchos fueron martirizados en los circos, especialmente en el coliseo de Roma. La ejecución preferida era la crucifixión o ser devorados por las fieras.  

A las mujeres y niños, sin importar su sexo, y antes de soltar los leones, gladiadores previamente seleccionados los violaban. Muchos de los cristianos entraban al coliseo cantando alabanzas o rezando. Y tras días de matanzas la gente, que al principio festejaba el baño de sangre, comenzaron a preguntarse: «¿En qué creen esto que van cantando aunque saben que van a morir?». Las matanzas produjeron el efecto contrario que se esperaba, mucha gente empezó a sentir curiosidad por esa nueva secta y estuvieron dispuestos a que les predicaran para saber qué creencia era esa que daba tal tranquilidad aún en las puertas de la muerte. Muchos más creyeron. 

En el año 64, como mencioné, Pedro estaba en Roma(3). Aún no se había desatado la persecución, pero él decide salir de la ciudad. Parece ser que su intención es irse a Grecia. Una antigua tradición dice que cuando iba caminando por la Vía Apia, ya habiendo salido de Roma, vio una luz y convencido de que era Cristo le preguntó: QUO VADIS, DOMINE (¿A dónde vas, Señor?) Y de la luz salió una voz: ROMAN VADO ITERUM CRUCIFIGI («Voy a Roma a ser crucificado nuevamente»). 

Pedro entendió esto como un mensaje para que regresara a la ciudad. Allí lo capturaron y lo condenaron a morir crucificado. En el momento de la ejecución (en el sitio donde hoy está la Basílica de San Pedro, en la colina Vaticana) Pedro le dijo a sus verdugos que él no era digno de morir como Jesús. Entonces los soldados lo crucificaron con la cabeza para abajo (4).

Con Pablo sucedió un poco diferente. Lo capturaron, pero como era ciudadano romano, las leyes prohibían crucificar a un ciudadano de Roma, Entonces lo decapitaron (5). 

Se cree que mientras el cristianismo no fue religión tolerada en el Imperio Romano, se ejecutaron a 50.000 cristianos. Alguien dijo que el surgimiento del cristianismo sin la resurrección de Cristo sería un milagro mayor que la resurrección misma.

¿Es tan fuerte la creencia de alguien para no renegar de su fe sabiendo que será violado casi hasta la muerte y después devorado por los leones? ¿O será que estaban convencidos de algo? Pablo mismo lo dijo una vez: «Yo sé en quien he creído». 


«Marco Vinicius» (Robert Taylor, 1911-1969), general del Ejército romano y la cristiana «Ligia» (Deborah Kerr, 1921-2007), esperan en la cárcel que los saquen a la arena para ser devorados por los leones. La película de 1951, Quo Vadis está basada en una novela del escritor polaco Henryk Sienkiewicz (1846-1916) y fue dirigida por Mervyn Le Roy (1900-1987). Está ambientada en el incendio de Roma, las persecuciones a los cristianos, el amor de un general romano por una cristiana y la muerte de Pedro.


En el siguiente fragmento de la película Quo Vadis se muestra el episodio donde Pedro escucha la voz de Jesús en la Vía Apia, ya en las afueras de Roma, su regreso y su muerte.


Notas: 
1. Es difícil separar la verdad de la mentira con respecto a la vida de Nerón. Es posible que sea falso que él provocó el incendio de Roma. Así mismo, es necesario mencionar que no se incendió toda la ciudad, sino una parte de ella. 
2. Desde la misma época de Nerón los cristianos creyeron que Nerón era el anticristo del les había hablado Pablo. Incluso, el nombre Nerón, en hebreo, da el valor 666, número que Juan le asigna al Anticristo (Revelaciones, 13:18).  
3. Que Pedro haya visitado Roma está en duda o al menos comenzó a ponerse en duda a partir de la Reforma en el siglo XVI, quizás como una manera de decir que los Papas de Roma no son los sucesores de San Pedro.
4 y 5.  Se cree que Pedro fue ejecutado en el año 57, aunque la tradición dice que fue en el 67. En cambio sí parece haber certeza que Pablo fue ejecutado en el año 67, unos meses antes de la muerte de Nerón. 

viernes, 11 de noviembre de 2016

El Batallón Sagrado de Tebas


«Para hombres de la misma tribu o familia hay poco valor de uno por otro cuando el peligro presiona; pero un batallón cimentado por la amistad basada en el amor nunca se romperá y es invencible; ya que los amantes, avergonzados de no ser dignos ante la vista de sus amados y los amados ante la vista de sus amantes, deseosos se arrojan al peligro para el alivio de unos y otros».
PLUTARCO
(45 - 120) 


No sé por qué y quizás nadie lo sepa, pero siempre, en todos los pueblos hay como una especie de enemistad no declarada o más bien de prejuicio hacia algún otro pueblo vecino.

En la antigua Grecia sucedía lo mismo pero en este caso eran dos ciudades, Atenas y Esparta, a quienes les caía mal, por decirlo así, la ciudad de Tebas. 

Quizás has oído nombrar a Tebas por la tragedia de Edipo, el que mató a su padre y se casó con su madre y tuvo hijos (que también eran sus hermanos). Pero les voy a hablar es del Batallón Sagrado de Tebas. 

Seguramente sabes, por películas como «300» que los espartanos eran casi invencibles. Es verdad, los niños que nacían con deformidades los mataban. Sólo dejaban vivir a los que nacían sin defectos y cuando cumplían siete años el Estado se los quitaba a su familia y los entrenaban todos los días para la guerra. Hasta las madres espartanas, cuando sus hijos iban a la guerra les decían: «Regresa victorioso o muerto». 

Gracias a los espartanos, especialmente por el sacrificio de Leónidas y su guardia personal de trescientos hombres en las Termópilas, fue que toda Grecia se unió contra los persas. ¿Toda? No, Tebas no. 

Los tebanos parece que querían vengarse de todas las demás ciudades griegas. Es que los atenienses, espartanos, todos, veían a los tebanos como lo peor de toda Grecia. Los consideraban inferiores. Tebas parecía que había nacido con una especie de karma. Era como esa gente que te pasa a un lado y sientes cierta repulsión. Nadie quería nada con Tebas. 

Pero los tebanos, a la calladita, refinaban sus técnicas militares. Aprendían, innovaban…

La guerra con Persia concluyó. Jerjes tuvo que irse derrotado y pasaron unos treinta años. Tebas estaba sometida por Esparta. Es que nadie se atrevía a atacar ni a contradecir a los espartanos. El sometimiento consistía en que Tebas debía pagarle a Esparta un tributo anual. Ellos lo hacían, pero seguían armando un ejército y practicando. La pequeña guarnición de Esparta que estaba en la ciudad no les paraba a esos «pobres tebanos». Los espartanos se sentían superiores. Pero todo siempre termina.  

Aunque Tebas estaba como marginada, en ella nacieron ilustres hombres, como el poeta Píndaro y cuatro siglos después el historiador Plutarco. 

Y un general tebano, Górgidas, a petición de su amante, el general Epaminondas, quien creó un Batallón, al que llamaron «El Batallón Sagrado». Pero ya verán que _desde cierto punto de vista_ no tenía nada de sagrado. ¿Por qué lo digo? Pues bien, Górgidas tomó a 150 parejas, es decir 300… ¿creen que eran 150 hombres y 150 mujeres? No, tomó a 300 hombres, 150 parejas de hombres. Todos amantes. 

Alguien dirá: «¡300 maricos!» Bueno, eso suena bien para una parodia de la película «300»,  pero el concepto de homosexualidad que tenemos actualmente no es aplicable a la antigua Grecia. Es un tema que no abordaremos en este momento. 

El Batallón Sagrado de Tebas, compuesto por 300 amantes masculinos demostró ser una tremenda fuerza de élite. La razón por la que fue creado es que se prensaba que dos amantes, combatiendo uno al lado del otro darían lo mejor de sí, que no demostrarían cobardía porque eso les ocasionaría vergüenza con su amante. Y si uno moría, el otro seguiría combatiendo para vengarlo. 

No sé si fue por eso, pero el Batallón Sagrado era prácticamente invencible. 

Y con ellos al frente, en el año 378 a.C Tebas le dijo a Esparta: «¡púdrete!»  Y comenzó la guerra.  

La homosexualidad en la antigua Grecia no tenía 
la connotación que tiene en la actualidad. 
En la imagen el dibujo en una copa muestra
a un adulto (erastés)  besando a su erómenos (adolescente).
La primera gran victoria de Tebas fue en Tegira en el año 375 a.C. y esa fue también la primera derrota de Esparta en toda su historia. Esta ciudad nunca se recuperará de esa derrota. Su orgullo quedó por el suelo y todo el mundo se dio cuenta que ella era invencible y empezaron a darle la espalda. Ahora la nota era Tebas.  

Ah… Pero Atenas también (para variar) odiaba a Tebas y temerosa del poder que esta ciudad estaba obteniendo se alió con otras ciudades y atacaron. En varias batallas el Batallón Sagrado se destacó como nadie. Pero el resultado de esta nueva guerra fue incierto. No se puede hablar de vencidos y derrotados. 

Así las cosas los persas amenazaban con volver a invadir Grecia. En Tebas se enteraron y vieron en ello la oportunidad para lanzar una ofensiva y dominar toda Grecia apoyados por los persas. Entonces mandaron emisarios a Persia y éstos vieron también la oportunidad para intentar nuevamente apoderarse de Grecia. 

Mientras tanto Tebas seguía consolidando su poder. Bajo el liderazgo de Epaminondas poco a poco fue destruyendo la hegemonía Espartana. Pero la suerte comenzó a cambiarles cuando, en el año 362 a.C. en la batalla de Martinea, Epaminondas es herido mortalmente.  El Batallón Sagrado luchó como nunca alrededor de él para evitar que los espartanos lo remataran. Lograron rescatarlo y se lo llevaron fuera del campo de batalla, donde murió. También murió su amante, Capisdoros. Ambos fueron enterrados juntos.  

Después de Martinea, y ya sin el liderazgo de Epaminondas, Tebas cayó en manos de políticos mediocres y su moral y capacidad de lucha disminuyó. Esa era su situación cuando un nuevo enemigo provino del norte: los macedonios.   Los atenienses, ante este nuevo enemigo se aliaron con Tebas. 

Y Filipo, rey de Macedonia, y su hijo Alejandro, de tan sólo 20 años de edad deciden pasar a la ofensiva. Primero conquistaron Atenas y poco a poco las demás ciudades. En realidad lo único que habían logrado Tebas, Esparta y Atenas con esa guerra entre hermanos fue allanar el camino a los macedonios. 

"La muerte de Epaminondas", conjunto elaborado por David D'Angers en 1811
Los Tebanos confiaban en su Batallón Sagrado y en el resto de sus fuerzas y junto con el ejército ateniense que aún estaba en pie le plantaron cara a los macedonios en Queronea en el año 338 a.C. 

La batalla fue feroz pero Tebas y Atenas perdieron. Al final sólo quedaban los trescientos amantes… las ciento cincuenta parejas masculinas que luchaban codo a codo, con redoblado valor. 

Uno a uno fueron cayendo. Murieron casi todos en el mismo lugar y allí mismo fueron enterrados. Pocos años después los griegos levantaron en ese mismo sitio un monumento que aún perdura: El León de Queronea. 

Alejandro entró a Tebas y no tuvo piedad. Ejecutó a seis mil tebanos y el resto fueron vendidos como esclavos. También ordenó que no quedara una sola casa en pie, excepto la casa donde había nacido Píndaro, el poeta que admiraba desde su niñez.  

El historiador Plutarco, que vivió 450 años después de estos hechos, se refirió al Batallón Sagrado de Tebas con estas palabras: 
«Para hombres de la misma tribu o familia hay poco valor de uno por otro cuando el peligro presiona; pero un batallón cimentado por la amistad basada en el amor nunca se romperá y es invencible; ya que los amantes, avergonzados de no ser dignos ante la vista de sus amados y los amados ante la vista de sus amantes, deseosos se arrojan al peligro para el alivio de unos y otros». 
Por otra parte, una vez finalizada la batalla de Queronea, Filipo llegó al lugar donde estaban los cuerpos de los soldados del Batallón Sagrado. Los vio a todos, abrazados. Preguntó:  

_ Quiénes son éstos abrazados, entre sí hundidos y acoplados en muerte y en amor.  

Le respondieron:  

_ Son los de Tebas el Batallón Sagrado de amantes. 

Entonces Filipo respondió: 

_ Perezca el hombre que sospeche que estos hombres o sufrieron o hicieron algo indebido. 

El triunfo de Macedonia en Queronea significó no sólo el fin del Batallón Sagrado, sino también el fin de Tebas y el fin de la independencia política de las ciudades-estado griegas. A partir de allí el mundo será otro. 


El León de Queronea. Conmovido por el amor y el valor de los miembros del Batallón Sagrado de Tebas, Filipo II mandó a erigir este monumento que ha sobrevivido a casi 2500 años. Debajo de él se encontraron en 1924 los restos de doscientos cincuenta y cuatro hombres, lo cual hace suponer que no todos los integrantes de ese Batallón murieron en esa Batalla.  

jueves, 10 de noviembre de 2016

La historia de "Escuché la voz de Jesús"



Muchos hemos escuchado esta extraordinaria canción en la voz de Turley Richards y hemos oído la leyenda urbana de que él se quedó sin voz por interpretar ese tema.  Te invito a conocer la verdadera historia
de «Escuché la voz de Jesús» 

El 19 de diciembre del año 1808, en Edimburgo, Escocia, vino al mundo Horacio Bonar. Nacido en el seno de una familia evangélica, Horacio, desde muy joven abrazó el cristianismo con mucho fervor. A la mitad de su vida, hace unos 170 años, Horacio compuso muchos cantos e himnos de alabanza a Cristo. Tal vez el más conocido es «Escuché la voz de Jesús».

Murió a los ochenta y un años, dejando una vida llena de virtudes y amado por todos. Pero la canción que compuso no iba a morir con él.

En 1941, cincuenta y dos años después de su muerte, nació en Charleston, Estados Unidos, Turley Richards.

A los cuatro años, jugando con un amiguito recibió una flecha en un ojo y lo perdió. La herida le produjo una infección en el otro ojo y quedó totalmente ciego. Su padre, destrozado, y para que el niño tuviera algo en que entretenerse le compró una guitarra. De esa manera, siendo un adolescente ya Turley era magnífico con la guitarra. 

Su madre le regaló un mirlitón, un instrumento musical de viento que ayuda enormemente a desarrollar el oído musical.

Lo sometieron a muchas operaciones pero cada vez que le quitaban las vendas, sólo veía oscuridad. Con todo, a los 15 años formó un grupo con sus amigos y amenizaban fiestas 
y grabaron uno que otro sencillo.

A los 17 años lo volvieron a operar y esta vez hubo un relativo éxito: Logró recuperar parte de la visión.


Horacio Bonard (1808 - 1889) fue un importante
predicador cristiano en Escocia.
Compuso unos seiscientos
himnos  y poemas.  Los más conocidos son:
«Escuché la voz de Jesús",
«Aquí tu rostro puedo ver, Señor»
y «Bendito nuestro Dios» 
En 1960, con 19 años decidió irse a Los Angeles a probar fortuna como músico y cantante. Pero no tuvo éxito. Tuvo que vender su carro y entonces comenzó una vida de indigencia en las calles de esa ciudad. Se había ido de Charleston asegurándole a todo el mundo que sería famoso y ahora, por vergüenza no quería regresar.

Pero fue tanta el hambre y las necesidades que tomó un tren de regreso. Hasta pensó suicidarse mientras iba en ese tren, atravesando las estepas del oeste de los Estados Unidos. 

En Charleston se gana la vida haciendo múltiples oficios. En 1965 decide irse a Nueva York. Pero tampoco tiene éxito. Debe vender hasta su guitarra.

Un día, caminando por Nueva York, con 28 años apenas, y sintiendo que toda su vida sería un fracaso, pasó cerca de un salón evangélico donde estaban cantando el himno compuesto por Horacio Bonar más de cien años antes. Detuvo su marcha cuando escuchó que todos cantaban:

 «I heard the voice of Jesus say:
come on to me and rest…»

Impelido por ese canto o quizás porque su perfecto oído rechazaba tanta desafino o quien sabe por qué. Turley decidió entrar. Y sin que se lo pidieran, con sólo escuchar la letra, comenzó a acompañarlos con la guitarra.

Todos callaron y lo vieron.

_ ¿Hermano, se sabe ese himno? _le preguntaron. 

_ No, primera vez que lo escucho. 

_ Pero está tocando los acordes exactos…

_ Sí, la letra, la rima, me dice cómo debo tocar… No sé explicarlo.

Entonces le trajeron la partitura con la letra y le pidieron que la tocara.

Richards tocó y cantó el himno… Cuando dejó de cantar, en la puerta de la Iglesia había como treinta personas. Habían escuchado, desde la calle y se habían acercado para verlo.

Turley Richards sintió de pronto una paz que no había sentido. 

«¡Dios! ¿Por qué estoy tan feliz si ni comida tengo en mi casa?» _ pensaba mientras se dirigía hacia un pequeño apartamento que había rentado. 

Mientras caminaba se dijo a sí mismo: 

«Sé cantar, de hambre no me moriré». 

Entonces va a los pubs y bares y se ofrece a tocar y cantar y que le paguen aunque sea con comida. Así está durante un tiempo hasta que en uno de esos bares lo escucha cantar Norman Schwartz, quien queda impresionado con la voz de Richards y la maestría cómo toca la guitarra.

_ Señor Richards, ¿cómo un hombre con ese talento lo desperdicia en este lugar? –le preguntó Norman. 

_ Ya ve… a veces uno no tiene suerte.

Norman era productor discográfico y lo contrató.  Allí comenzó su carrera.

Un año después, uno de los primeros temas que graba (aunque a los productores no les gustaba, pero él se impuso) fue: “Escuché la voz de Jesús”.

Turley Richards tiene ahora 75 años (2016). Da clases de canto y es productor musical.

_ Tal vez nunca fui una super estrella, pero ni se imaginan cuántas personas me han dicho que la canción «Escuché la voz de Jesús» los cambió para siempre”. 

Suele decir cuando lo entrevistan.

La estrella de rock Al Kooper dijo una vez:

«Escuché la voz de Jesús es la más grande interpretación vocal que he escuchado en toda mi vida. La fabulosa voz de Richards rasga a través de toda la instrumentación. ¡¡Hay momentos en que puedes diferenciar cuatro o cinco notas al mismo tiempo!!»

Tal vez fue el mismo nazareno quien llevó esa noche a Richards a caminar cerca de esa iglesia donde cantaban: «Escuché la voz de Jesús».

Con historias como éstas se entiende un poco lo que Jesús le dijo a aquella mujer que sacaba agua de un pozo: 

«El que bebe del agua que yo doy no volverá a tener sed más nunca»

Aquí está la letra de la canción. 


En verdad, en 1985 la voz de Turley Richards
desmejoró bastante, pero con terapia pudo recuperarse. 
Turley se mantiene activo a sus 75 años de edad. 
I heard the voice
of Jesus says:
"Come on to me and rest"
Lay down thy weary,
Weary one lay down,
Lay thy head upon my breast.

I went to Jesus as I was,
I was weary, worn and sad

I found in him a resting place
And he has made me glad.

Take my yoke upon you
And learn about me,
For my yoke is easy
And my burdens are light
And my burdens are light

I heard the voice of Jesus says:
"Behold I freely give"
Oh, the living waters! Oh thirsty one!
Stoop down and drink and live.
I heard the voice
of Jesus says:
"Come on to me and rest"You've got to lay down thy weary,
Weary one lay down,
Lay thy head upon my breast.
I went to Jesus as I was,
You know I was weary, worn and sad.

I found in him, yes I found in him a resting place.

Oh, you know he's made... made, made me glad!

I heard the voice, yes of Jesus says:
"Behold i freely give"
Oh, the living waters! Oh thirsty one!
Stoop down and drink and live.

Oh I wonder, I wonder you could ever hear me?
I keep on calling, you've got to hear me
Oh, I'm pleading, everybody hear my plead
Oh, Jesus, hear my name. 

Oh Jesus!

I said: Jesus, Jesus, Jesus!
I'm pleading, I'm pleading!
You've got to hear me, Yeah!
You've got to hear me calling!
I'm calling 'Jesus', I keep calling!
I said yeah... , Jesus!
I've just to keep on calling!
Calling your name, I just call, I just call...!
Yeah, yeah, you've got to hear me, hear me!
Hear me, hear me calling, yes I do!
You've got to hear me
I said yeah...  Jesus ahh...!!
You've got to hear me, Jesus

I keep calling, Calling your name.
Oh jesus, oh Jesus!
I'm calling, calling your name I keep on calling.
Hold down my name

I pray, I pray... yes, I'm praying!
Jesus, hear my, hear my call...

Escucha este maravilloso tema en este video, subtitulado al español: