La Frase de la Semana

Atrévete a saber

lunes, 31 de octubre de 2016

Los fantasmas del Metro de Caracas


«¿Qué es un fantasma? Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez. Un instante de dolor quizás. Algo muerto que parece por momentos vivo aún. Un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar"(*)

¿Qué es un fantasma? Hay quienes aseguran que han visto fantasmas. Pero qué son? ¿Son emanaciones de otras dimensiones? ¿Son energías de personas, vivas a o muertas, que quedan aferradas a algún lugar por alguna le física que desconocemos? Yo, en lo particular, sé que existen. Son varios los casos que he visto. Pero un día de estos les haga una reseña. 

A continuación las historias de fantasmas que hay en el Metro de Caracas.

Quizás no sepas que todas las noches, trabajadores del Metro recorren los túneles, verificando que no hay nada que pueda obstruir la vía. Conozco a uno de ellos, que no daré nombre. En la estación Colegio de Ingenieros (1), una vez, una mujer vestida de novia se suicidó en esa estación. Se iba a casar ese día y la dejaron plantada y decidió quitarse la vida. Ella suele aparecer fugazmente en los rieles de esa estación. Los de seguridad la han visto.

En los talleres de Propatria (2) son varios los que han visto a un señor alto, blanco, vestido con braga de mecánico que llama y dice: «Hay un tren que tiene una falla». Cuando van al sitio a revisar no hay ninguna falla y no ven al señor. Le pasa más que todo a los nuevos. Y los más viejos les dicen: 

_Coño, vale, viste al mecánico.

_ ¿Qué? –ellos preguntan. 

_ Ese fue un mecánico que se murió un día aquí, trabajando.

Al parecer «el mecánico» sigue trabajando aunque ya está muerto.

Un caso que alguien contó:
Más a o menos a las 11:15 de la noche el último tren del Metro de Caracas de la línea 1 hace el recorrido. Íbamos seis personas; y parada, una anciana. En la estación de Chacaíto (3) se bajaron todos. Yo iba hasta Chacao. La vieja no se bajó y yo le dije: 
_Señora, ¿por qué no se sienta?
Ella no me hizo caso. Cuando el tren iba llegando a la estación me paro y le paso por detrás. Yo me paro cerca de la puerta, a esperar que abriera. Pero a través del vidrio observo que ella, la vieja, me está viendo, con la boca abierta y los pocos dientes que tenía, con caries asquerosas. La puerta se abre y salgo.
La puerta se cierra. Yo volteo a ver el vagón y la vieja no estaba. Empiezo a caminar muy rápido. No sé cómo estaba mi cara, pero cuando paso por el torniquete, uno de los guardias de seguridad le dice a otro que está un poco lejos:
_Ay vale, mira, aquí va otro que vio a la vieja.
Me detuve, sólo lo vi, no pregunté nada, pero él me dijo:
_Mira, fue hace años, una señora mayor, murió sentada en uno de los vagones. Duró toda la tarde y la noche allí, muerta, nadie se dio cuenta hasta que cerraron las operaciones como a las 11 y media de la noche… Precisamente la hora que es ahorita.
En la estación Los Dos Caminos (4) suelen ver a una mujer que camina por los túneles (sale en las cámaras). Un guardia de seguridad contó: 
Una noche, mientras realizábamos el chequeo y control de acceso a la estación, para controlar a los trabajadores que van a laborar en los túneles, vemos por uno de los monitores de seguridad el ingreso de una joven a las vías del tren. Impactados por lo que vimos, llamamos por radio a los operadores que se encontraban cerca del andén para decirle que había alguien dentro del túnel, pero ellos entraron y no veían a nadie. Nosotros por las cámaras si la veíamos y le dijimos por el parlante: «Salga del túnel, está caminando en las vías, por favor salga del túnel». Pocos segundos después la mujer se movió en zigzag, rápidamente, eso no era normal, y desapareció de la pantalla.
La página el propio.com cuenta: 
En el baño del cuarto de la sala de primeros auxilios de la estación Chacaíto (3), se siente y aparece un espectro que ronda en la noche. La imagen de una niña suele ahuyentar al personal, la descripción de este evento, sin duda, es aterrador. 
«Era una jornada laboral normal, jamás pensé que vería eso pues no creo en esas cosas”, contó el operador. Su relato siguió: “En la noche, tras organizar los papeles decidí acostarme a dormir en la sala de primeros auxilios, apagué las luces para descansar y escuché el sonido del grifo del lavamanos abrirse.
Me levanté y observé que el grifo estaba cerrado. Mi cansancio era tal que decidí ignorarlo, apagué la luz y me acosté otra vez. Al cerrar los ojos escuché nuevamente el sonido del grifo, por lo que prendí la linterna de mi celular y desde mi puesto apunte la luz al baño y al pasarla por el lavamanos observé la imagen de una niña sin rostro, abriendo y cerrando el grifo, pero éste, aunque se escuchaba que se abría y se cerraba no se movía».

El joven operador, recordó con terror como salió corriendo a la garita de seguridad de la estación. Sus compañeros contaron -entre risas- que corría llamando al personal de seguridad.
En La Rinconada (5) los empleados dicen que «hay una especie de duende, que toma la apariencia de un niño». Y así suene descabellado, los que ahí laboran comentan que es costumbre verlo en los pasillos. 

Los trabajadores cuentan con naturalidad que aparece cuando el personal operativo sale a hacer las rondas de inspección, indicando que la mayoría de quienes laboran en la estación lo han visto. «Él se deja ver», expresa una de las operadoras. «Se te queda viendo y si corres te seguirá atormentando todas las noches; en cambio, si lo tratas como un niño él se perderá y desaparecerá en la estación».

En una de los artículos que aparecen en la web sobre los innumerables casos de fantasmas en el Metro de Caracas, una persona comentó:
Hoy luego de varios años recuerdo esos días y les aseguro que el ambiente nocturno es las estaciones y talleres del Metro de Caracas es completamente enrarecido, en verdad hay una extraña energía que se puede sentir.
Sin ser una persona religiosa y reflexionando un poco sobre lo que no comprendemos, si es que eso es posible, llego a pensar que la causa de esa energía que se percibe en esos lugares es producto del tránsito humano masivo, por esas zonas y esos equipos. Más de dos millones de personas diarias, con sus alegrías, sus penas, sus sueños, sus inquietudes, sus almas, transitando a diario, por los vagones y las estaciones del metro de Caracas. 
¿Cuántos de esos seres humanos que transitaron hoy, no estarán en este mundo mañana, o en un mes o en un año? De una forma u otra creo que la energía que se acumula en esos trenes, en esos recintos, es el producto de las millones de almas humanas que los recorren a diario. Son solo especulaciones de alguien que reflexiona sobre lo que no conocemos, como dije antes. Saludos

«Llego a pensar que la causa de esa energía que se percibe en esos lugares es producto del tránsito humano masivo, por esas zonas y esos equipos. Más de dos millones de personas diarias, con sus alegrías, sus penas, sus sueños, sus inquietudes, sus almas, transitando a diario, por los vagones y las estaciones del metro de Caracas» 

En lo que a mi concierne sólo puedo agregar que no todo es materia y la energía que podemos percibir. Hay otro tipo de fuerzas, de energías, sólo que aún no las comprendemos o no tenemos las herramientas para hacerlo y mucho menos para estudiarlas.

Notas: 

(*) Tomado de un monólogo, más propiamente un voice over, en la película «El espinazo del diablo» (Del Toro, Guillermo; 2001).   

domingo, 30 de octubre de 2016

Sincronicidad... Todo está conectado


"El universo no nos juzga, sólo nos provee de consecuencias, lecciones y de oportunidades para equilibrarnos"
Carl Jung
Año 1935 el “Titania” es un barco de vapor que navega en el Atlántico norte, rumbo a Inglaterra. Se encuentra en la llamada zona de Icebergs, la misma donde el Titanic se había hundido 23 años antes. En la proa se encuentra el marinero William Reeves, quien monta guardia. Su labor es hacer sonar la alarma apenas vea que un iceberg está en la trayectoria del barco. Pero todo está muy oscuro. 
Reeves se percata de dos cosas: El mar está muy calmado… tal como estaba cuando el Titanic se hundió. Él conocía la historia. Y también era uno de los pocos que habían leído el libro “Vanidad: El hundimiento del Titán” de 1898, donde un fracasado escritor cuenta sobre un barco llamado “Titán” que se hundió en el mar al chocar con un Iceberg. El marinero no podía dejar de pensar: “¿Cómo había sido posible que un escritor anticipara algo con tanta exactitud 14 años antes de que sucediera?” 
No quiere hacer sonar la alarma. Van a pensar que está loco. Pero sigue sintiendo en el pecho una opresión… un estado de angustia y no sabe por qué… Incluso, ya su turno de vigilia está a punto de terminar y podrá dormir el resto de la noche. 
“Y este barco se llama Titania” - piensa Reeves. 
“¡Y yo nací un 14 de abril. La fecha en que se hundió el titanic!”
Entonces se decidió. Corrió a la sala de controles y le dijo al guía que detuviera los motores.  El guía lo hizo sin preguntar, para él la razón era que Reeves debe haber visto un iceberg. 
Los gritos del marinero y la detención del barco hicieron que los demás se despertarán y subieron a cubierta. Cuando Reeves se disponía a explicarles sobre sus presentimientos vieron un enorme iceberg frente a la proa del barco y agudizaron su vista: al menos nueve icebergs más rodeaban al barco. Si la nave no se hubiese detenido, hubiese chocado y muchos o todos hubieran muerto. 
Quizás muchos de nosotros hemos vivido experiencias parecidas a esta: premoniciones, corazonadas, extrañas coincidencias o presagios. Cuando pasan cosas como la que le sucedió a este marinero pensamos que tal vez la casualidad no existe y hay una especie de conexión entre todo lo que sucede, como hilos invisibles que todo lo conectan y cuando nos percatamos de la “coincidencia” es porque hemos podido ver por un momento un trozo de uno de esos hilos. En el caso de Reeves fueron tres: El nombre del barco, el mar quieto, la fecha de su cumpleaños. 

¿No te ha pasado que estás en tu casa y de pronto te sientes que debes llamar por teléfono a alguien y en lo que tomas el teléfono éste suena y cuando atiendes es la persona a la que pensabas llamar? 

¿No lleva esto a pensar que todo está interconectado? El gran psicólogo Carl Gustav Jung decía que todo esto no era casualidad, sino “sincronicidad”. 


Carl Jung (1875 - 1961), psicólogo. Aunque
bebió en las fuentes del psicoanálisis,
Jung logró crear un sistema teórico nuevo
y original con respecto a la etiología
de la conducta humana.

En efecto, Jung postuló la idea de que, además de nuestro inconsciente individual, existe un inconsciente colectivo, una especie de energía o plano donde se almacena todo lo que la humanidad aprende y ha aprendido. Esas “casualidades” no son más que una percepción consciente de lo que sucede en un plano superior a nuestras existencias. Para él cuando se está en un gran estado de estrés, o de exaltación, o de alerta, es más fácil ver estas sincronicidades. Tal fue el caso del marinero. Otros son muy perceptivos y las ven con más facilidad.

Veamos otros casos, unos más impresionantes que otros:

Todos han oído hablar de las extrañas coincidencias que hay entre Abraham Lincoln y John Kennedy, dos presidentes de los Estados Unidos asesinados. Entre las vidas de ambos hay 100 años de diferencia. Ambos fueron asesinados de disparos en la cabeza. Lincoln recibió la bala en el teatro Ford y el asesino se escondió en un almacén (más propiamente un granero). Kennedy recibió la bala cuando iba en un auto “Lincoln”, marca Ford y el asesino disparó desde un almacén y se escondió en un teatro. Los dos sucesores de ambos presidentes fueron de apellido Johnson y hay más coincidencias. 

En 1898 Morgan Robertson, un escritor no famoso escribió una novela llamada “The wreck of the Titan" (a la cual ya hicimos mención en la historia introductoria de este post). La novela trataba sobre un barco llamado “Titán” que choca con un iceberg, cerca de las costas de Terranova, y se hunde en el mar y mueren muchas personas adineradas. Catorce años después sucede exactamente eso con “El Titanic”. Pero hasta allí no llegan las similitudes. La novela describe que el mar estaba muy calmado antes del choque (y así estaba cuando el Titanic chocó con el Iceberg) y también dice el mes: abril. Hasta las medidas del “Titán” (el barco en la novela) y el Titanic son casi las mismas. Y, para rematar el apellido de los capitanes (el del Titán y el del Titanic) era Smith. ¿Qué probabilidad hay de que esto sea coincidencia? Es prácticamente nula.

Portada de una edición moderna de la novela 
"El hundimiento del Titán"
de Morgan Robertson (1861 - 1915)
Pero esta no fue la única “profecía” de este autor. En 1914 escribió otro libro: “Más allá del espectro”. La historia estaba enmarcada en una guerra entre Estados Unidos y Japón, donde se usaban “bombas de luz”, que eran capaces de destruir ciudades completas. También narra que la guerra comenzó cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor, donde había una base estadounidense. Todo esto sucedió tal cual 27 años después. 

En 1938 el escritor A.J. Talbott publicó una breve comedia llamada “Chez Boguskovsky”, que trataba sobre un ladrón que robaba una importante pintura de un Museo. Un año más tarde, un ladrón apellidado Boguskovsky robó la “Monalisa” del Museo del Louvre.

Robert Lincoln, un joven de unos 23 años, estaba en una estación de trenes. Resbaló y cayó a las vías justo cuando el tren llegaba. Fue salvado de ser atropellado por el actor de teatro Edwin Booth. Años después John Wilkes Booth, hermano de ese actor, asesinó al padre de Robert, a Abraham Lincoln.

En 1893, Henry Ziegland abandonó a su novia y ella se suicidó. Para vengarse, su hermano lo siguió hasta su casa y le disparó en el jardín, y angustiado por haberlo matado se pegó un tiro. Pero Henry sobrevivió, la bala sólo le había rozado la cara y se incrustó en un árbol cercano y allí se quedó. Veinte años después, en 1913, Ziegland decidió dinamitar las raíces del árbol, para sacarlo, ya que iba a ampliar la casa. La explosión hizo que la bala saliera del tronco, disparada, e impactó en la cabeza de Henry. Éste murió en el acto.

En 1830 el general Antonio José de Sucre, héroe de la independencia suramericana, fue asesinado. Los autores materiales fueron envenenados después para que no hablaran; pero unos diez años después la policía contactó a uno de los autores intelectuales para interrogarlo por otra cuestión. Éste pensaba que era por lo de Sucre y confesó. Uno de los principales cabecillas de la conspiración fue juzgado y ejecutado, pero al principal, José María Obando (a quien el mismo Bolívar, amigo de Sucre, había señalado de ser el autor intelectual) nunca se le comprobó nada. Pero, en 1861 en un combate en medio de la guerra civil que había en Colombia, José María Obando es gravemente herido y llaman a un cura para que lo asista en sus últimos momentos. Con su último aliento Obando le pregunta al cura: “¿Cuál es su nombre?” y éste responde: “Antonio José de Sucre”. ¡Era un sobrino de Sucre que tenía su mismo nombre! Así que, lo último que escuchó Obando fue el nombre del general a quien, con toda seguridad, mandó a matar 31 años antes.

Mientras actuaba en una gira por Texas, en 1899, el actor canadiense Charles Prancis Coghlan enfermó en la isla de Galveston y murió. Había pedido antes de morir que enviaran su cuerpo a su pueblo natal, pero éste estaba muy lejos, en la isla Príncipe Eduardo, en el golfo de San Lorenzo, en Canadá. Fue enterrado en el cementerio de Galveston. 

Un año después un huracán azotó la isla y las aguas inundaron el cementerio. Cuando se retiraron se llevaron varios ataúdes. Entre ellos el de Charles. Flotó hasta el Golfo de México, donde la corriente del Golfo lo llevó hacia el norte. Pasaron ocho años. Unos pescadores ven el ataúd y se acercan. Estaba grabado el nombre del artista. Los pescadores eran del pueblo donde había nacido Charles y sabían quién era. Asombrados tomaron el ataúd y lo llevaron a la costa y lo enterraron en su pueblo natal, como Charles había pedido. 

En 1920, tres ingleses, que no se conocían, viajaban en un tren por el Perú. Como estaban los tres en el mismo vagón se presentaron: El apellido de un hombre era Bingham, y el apellido del segundo hombre era Powell. Y el tercer hombre era Bingham-Powell. 

En 1950 el escritor estadounidense Norman Mailer comenzó a escribir una novela. En medio de la escritura introdujo un personaje que no estaba en sus planes iniciales: un espía ruso que vivía en Estados Unidos. El personaje llegó a ser importante en la trama. Mailer concluyó su novela y la envió a una editorial. Un día estaba en su apartamento y llegó el FBI, subieron al piso superior y se llevaron detenido a un hombre: Era un espía ruso trabajando en los Estados Unidos. 

Hacia el 80 a.C. legionarios romanos encontraron en Éfeso, en un pozo seco unos manuscritos antiguos, en griego. Pensaron que quizás eran importantes y se los llevaron al general Sila, éste era un hombre de muchas lecturas, a quien le gustaba el saber y vio que se trataban de libros de filosofía. Los envió a Roma y aquí los eruditos determinaron, en efecto, que eran todas las obras de Aristóteles. Los copiaron en latín y gracias a esto los libros de Aristóteles se salvaron para la historia. 

La acuarela de Jean-Pierre Houël de 1789 muestra uno de los episodios de la Toma de la Bastilla el 14 de julio de ese año: La detención del Alcalde el Marqués de Launay. Un poeta inglés, William Cowper, pocos años antes escribió un poema que anticipa estos hechos casi exactamente.
La toma de la Bastilla, un hecho que marca el inicio de la Revolución Francesa sabemos que fue tumultuosa: Miles de parisienses hambrientos asaltaron la prisión. Pero sucedió tan exactamente igual al poema 19 de William Cowper (1731 – 1800) que se ha creído que los agitadores lo utilizaron como referencia. 

En 1953, el reportero Irv Kupcinet se encontraba en Londres para cubrir los actos de coronación de Isabel II. En uno de los cajones de su habitación en el Hotel Savoy encontró algunos objetos que estaban identificados: Pertenecían a Harry Hannin. Casualmente este Hannin (estrella de baloncesto) era amigo de Kupcinet. Éste se dijo: “Después lo llamo para decirle”. Dos días después Kupcinet recibe una carta de Hannin: “Estaba en el hotel Meurice de París y encontré una corbata con tu nombre”). 

Esta la contó el actor Anthony Hopkins: 

A Hopkins le propusieron protagonizar una película basada en el libro “La mujer de Petrovka” de George Feifer. Antes de aceptar él respondió que quería primero leer ese libro. Visitó varias librerías y no consiguió la novela. Tomó el metro en Londres y allí, en el asiento a alguien se le había olvidado un libro. Lo tomó y era la novela “La mujer de Petrovka”. Estaba llena de anotaciones. Ya la casualidad era bastante. Pero sigue. 

Meses después, en el rodaje el actor conoció al escritor George Feifer y éste le contó que tuvo un ejemplar de su propia novela donde tenía muchas anotaciones y se lo prestó a un amigo que lo dejó olvidado en el Metro de Londres. 

La del rey Humberto I de Italia es sorprendente. El 27 de junio de 1900, estando en Monza, entró a un restaurante y todos notaron al instante que el dueño del restaurante y el rey eran idénticos. 

El rey, asombrado ante el parecido, conversó con el señor, quien estaba por demás halagado de estar hablando con el rey de Italia. En la conversación surgieron “casualidades” sorprendentes: Ambos habían nacido en el mismo año, las esposas de ambos se llamaban Margarita y el restaurante se inauguró el mismo día que el rey subió al trono.

En circunstancias no aclaradas del todo, al día siguiente, el dueño del establecimiento fue asesinado de un disparo. Pocas horas después Humberto I también fue asesinado.

Edgar Allan Poe escribió un libro llamado "The narrative of Arthur Gordon Pym". Se trataba de un relato sobre un naufragio, en el que los 4 sobrevivientes quedan en un bote a la deriva por varios días, hasta que tres de ellos deciden matar al más joven, un grumete, para comérselo. En el relato, el nombre del grumete era Richard Parker. Algunos años después de la publicación de este libro, en 1884, un bergantín naufragó, y quedaron 4 sobrevivientes, entre ellos un grumete. El hambre hizo que mataran al grumete y se lo comieron. El nombre del grumete era también Richard Parker. En esta historia se basó el autor de la novela "La Vida de Pi”, el canadiense Yann Martel, para el nombre del tigre de bengala que es uno de los personajes de su novela (también llevada al cine). 


En el momento que Maurice Jarre,
agonizaba en Los Angeles, Estados Unidos,
se me vino a la mente descargar uno de sus temas.
¿Simple casualidad? y si no es así, ¿por qué?
Nunca conocí a Jarre ni él a mi.
Es más él nunca supo de mi existencia,
entonces ¿por qué habría de existir una razón
para que él estuviera en mi mente en sus
últimos momentos?
En octubre de 1991, dos miembros de la organización ETA estaban dispuestos a poner una bomba en Madrid. Robaron un carro y le colocaron una placa falsa y en la maleta colocaron la bomba. Cuando se dirigían a Madrid, en la ciudad de Zaragoza, el carro se les apagó y solicitaron la ayuda de un hombre que iba pasando para que ayudara a empujar. El hombre accedió, pero mientras empujaba vio que el número de la placa era idéntico al de su carro que lo tenía en el taller. No dijo nada. Cuando los miembros de ETA se fueron él avisó a la policía y se abortó el plan terrorista.  

Y dos casos que me sucedieron: 

Una tarde cualquiera, hace quizás unos 25 años. Me pongo un jeans, zapatos deportivos blancos y una chemise azul claro. Como voy al banco siempre he tenido la costumbre de ir con un libro para leer, por si debo esperar mucho. Antes de salir de mi casa tomo un libro y dentro de él meto un billete de 20 Bs que es con el que voy a pagar el pasaje. Llego a la parada. Tomo una camioneta de las que circunvalan Guatire (la ciudad donde vivo). En la parada siguiente se sube una dama como de mi misma edad. También lleva un jeans, una blusa azul claro y zapatos deportivos blancos y también un libro en la mano. Ella se baja más adelante pero antes, para pagar, saca del libro un billete de 20 Bs.  

Otra:

El 29 de marzo de 2009, creo que era Semana Santa o estaba próxima. Lo cierto es que estoy en la cama, casi conciliando el sueño; y se me viene a la mente que no tengo en mi larga lista de canciones la suite “Jesús de Nazaret”, compuesta por Maurice Jarre. Entonces pienso: “Mañana la descargo”. Amanece y como al mediodía me meto en la web a revisar las noticias. Allí estaba la noticia: “Anoche, en Los Ángeles, murió Maurice Jarre”.

Y mientras escribo este post me percato que en el canal de TV Civilization están transmitiendo un programa sobre las coincidencias entre Lincoln y Kennedy. 

miércoles, 26 de octubre de 2016

Mensaje Anual de Marcos Pérez Jiménez a los Trabajadores Venezolanos. 1º de Mayo de 1955



"Para nosotros la tesis cabal es la de un Estado responsable y poderoso dentro de una nación poderosa y próspera. El logro de estos objetivos requiere de la implantación de una mística que acuerde las voluntades y las enrumbe provechosamente y exige dedicación plena de los habitantes de Venezuela para servir a la nación porque todos somos trabajadores al servicio del Ideal Nacional". 

"Envío mis saludos a los trabajadores de Venezuela. Las circunstancias actuales de la vida nacional son favorables al desarrollo de iniciativas y a la aplicación de energías para el aprovechamiento de nuestras riquezas y para el progreso en todos los órdenes. 
El Estado brinda igual apoyo a las fuerzas activas y creadoras sean las que invierten en capitales o las que trabajan al servicio de empresas sin que la función del poder haya tendido a favorecer a unos con perjuicio de otros; pues nos ha guiado la suprema razón de velar activamente por el desarrollo y la prosperidad de la nación. Este propósito continuará siendo norma inquebrantable.
Consecuente con tal determinación el gobierno está siempre atento a mantener e incrementar fuentes de trabajo. Prueba de ello es el ritmo ininterrumpido de las obras que la administración pública ha ejecutado en orden al cumplimiento de los objetivos del Ideal Nacional. 
Nuevas realidades y nuevas perspectivas han creado y están creando ambiente propicio para la acción útil. Los centros urbanos y los campos ofrecen numerosas oportunidades. Se fomentan industrias; y la agricultura y la ganadería, del estancamiento y el estado ruinoso en que se encontraban, están volviendo a adquirir la importancia que les corresponde dentro de la economía del país. 
Mediante una política encaminada exclusivamente al logro del bien nacional, en los últimos cuatro años se ha operado en Venezuela un fenómeno de extraordinaria importancia,  como es el hecho de que económicamente dejó de existir una nación debilitada frente a un Estado todopoderoso porque éste se dedicó a robustecer a la nación, a hacer desaparecer tan perjudicial desequilibrio y a lograr que el Estado y la nación orientaran coordinadamente sus esfuerzos 
Para nosotros la tesis cabal es la de un Estado responsable y poderoso dentro de una nación poderosa y próspera. El logro de estos objetivos requiere de la implantación de una mística que acuerde las voluntades y las enrumbe provechosamente y exige dedicación plena de los habitantes de Venezuela para servir a la nación porque todos somos trabajadores al servicio del Ideal Nacional. 
Es éste un empeño colectivo que habrá de armonizar la energía nacional tantos años dispersa y ya en camino de consolidarse alrededor de principios de alto interés patrio.
El gobierno garantiza la paz, el orden y la estabilidad institucional como factores indispensables para que el trabajo pueda rendir los beneficios que requiere el fortalecimiento de la nación. 
A la vez se hace necesario el aporte conjunto de los diversos sectores del trabajo sin agotarse en conflictos originados a veces por ideologías extrañas a lo realmente venezolano. Se desenvuelvan y actúen en forma que respondan al propósito que tenemos de colocar a Venezuela en el sitio que por tradición histórica, posición geográfica y riquezas naturales debe ocupar en América. 
En la tarea extraordinaria que hemos emprendido la más sana doctrina que corresponde practicar a los trabajadores es la de colaborar con eficacia en la obra del bien nacional. 
Tengo la profunda satisfacción de haber comprobado que los trabajadores venezolanos poseen sentido claro de su importancia como fuente económica de la nación Y que al repudiar cada vez más la influencia de aventuraros políticos actúan como ciudadanos conscientes del compromiso para con la Venezuela que ellos están ayudando a engrandecer. 
El gobierno simpatiza con la actitud gallarda de los trabajadores en defensa de sus fueros cuando reclaman legítimos derechos sin lesionar el vigor de la nación; pero ve con dolor cuando se ponen al servicio de bastardos intereses que los perjudican y que comprometen el futuro de la patria. Por eso toma las medidas que considera necesarias para preservar la dignidad del trabajador y para mantener el respeto a su condición humana. 
Por otra parte el gobierno no exige que los trabajadores le demuestren apoyo incondicional con ruidosas manifestaciones de masas. Desea, sí, que aprovechen las ventajosas circunstancias que hoy existen para que mejoren intelectual, moral y físicamente y que en la diaria faena piensen que del resultado positivo de sus labores depende el promisorio futuro de la patria. 
Trabajadores, ayer nuestros hombres de trabajo se convirtieron en un disciplinado conjunto de soldados que dio la independencia a Venezuela y contribuyó a forjar la de otras partes de América en cumplimiento del ideal de los libertadores. El pueblo de hoy tiene un nuevo ideal para cuya realización es necesario que cada venezolano se ponga integralmente a su servicio como soldado del trabajo"

Marcos Pérez Jiménez
Presidente de la República de Venezuela
(1953 - 1958)
(Nacido: Michelena, Estado Táchira, 1914 - Fallecido: Madrid, 2001)



Las obras del gobierno de Pérez Jiménez, enmarcadas dentro de una política de desarrollismo con sentido nacionalista y también con fines utilitarios (mantener altos niveles de empleo) así como otras medidas de carácter económico, convirtieron a Venezuela en los años cincuenta del siglo XX en uno de los países con el mejor estándar de vida del mundo.  En la imagen algunas de sus obras, desde arriba y de izquierda a derecha: 1. Urbanización 9 de Diciembre: Impresionantes bloques de apartamentos enmarcados en el programa "Cerro Piloto" que pretendía erradicar los ranchos ("favelas")  de la ciudad Caracas. 2.  Autopista Caracas-La Guaira, la foto muestra específicamente su principal viaducto. Fue considerada en su momento la más portentosa obra de ingeniería de América Latina después del Canal de Panamá. 3. El Teleférico Caracas-El Ávila y el Hotel Humboldt. Ubicado en la cima del cerro el Ávila, a casi 2500 metros sobre el nivel del mar. 4.  Construyó la primera etapa de la represa hidroeléctrica del Guri, una de las más grandes del mundo (aún). 5. La red de autopistas que cruzan Caracas la convirtieron en una ciudad del primer mundo. 6. Las Torres Gemelas del Silencio, que formarían parte del "Distrito Ministerial", una zona de Caracas donde estaría la sede del gobierno, del Parlamento y un Mausoleo al Libertador Simón Bolívar. 6. Los estadios de Futbol y de Beisbol de la Ciudad Universitaria. En uno de ellos Pérez Jiménez dejó su huella: Tiene forma de gorra de militar.  Marcos Pérez Jiménez fue derrocado el 23 de enero de 1958. Diez años después participó en una elección para diputado y ganó pero anularon su elección. En esos años (1969-1972) sospechando que el gobierno quería meterlo nuevamente preso se fue a España donde vivió el resto de sus años. Murió el 20 de septiembre de 2001. Había nacido en un pueblito del estado Táchira en 1914. Se graduó en la Academia Militar de Venezuela con uno de los promedios académicos más altos en la historia de esa Casa de Estudios. 

sábado, 22 de octubre de 2016

Juana... La mujer que fue Papa.


Juana… Mujer y Papa… Vivió la vida que quiso y no la vida que otros pretendían que viviera. 

Hay una calle en Roma que fue conocida en la Edad Media con el nombre de Vicus Papissae (Calle de la Papisa) y según cuentan, allí había una placa de mármol donde estaba escrito: “Petre Pater Patrum, Papissae Prodito Partum”, que traducido es: «Aquí, Pedro, padre de los padres, desveló el parto de la papisa».

La leyenda es esta: En el siglo IX, una mujer se hizo pasar por hombre y logró que la designaran Papa. Pero quedó embarazada y dio a luz en plena calle. Se hacía llamar Juana. Y esta es su historia. 

Juana, o como quiera que se llamara realmente, nació hace 1200 años en Alemania. Ahora quizás no podemos imaginar cómo era ese país en ese tiempo tan remoto, pero estaba salpicado de pequeños pueblitos, con calles de tierra, chozas y generalmente muy cerca un gran castillo donde vivía el señor feudal.

En ese tiempo las niñas eran criadas para tener un solo propósito en la vida: cuidar de sus maridos. Sus oficios debían ser cocinar, lavar y atender a los hijos. Los domingos, claro está, podían ir a misa. Estaba prohibido, incluso, que aprendieran a leer. 

Pero de vez en cuando, siempre y en todas partes, alguien se sale de lo que los demás quieren que seas. Juana, a pulso, aprendió a leer por sí misma. Es que estaba dotada de una gran inteligencia. 

Cansada de que la consideraran un fenómeno, algo de poco valor, sólo por ser mujer, ella, una noche, siendo adolescente, se fugó de su casa. Se despidió de su hermano un poco mayor que ella y se echó a caminar. 

“¿Pero qué haré en un mundo donde ser mujer es el peor defecto?” –pensaba Juana mientras se dirigía a ninguna parte. 

Entonces lo decidió: Se haría pasar por hombre. 

Cambió sus ropas. Se cortó el cabello y llegó a un monasterio donde nadie sospechó que era mujer. Se recluyo allí y durante meses mantuvo muy bien el secreto. Las mismas normas del monasterio la ayudaron ya que una de ellas consistía en que nadie podía dejarse ver desnudo. En ese tiempo se creía que la desnudez era una vergüenza. 

Viajó a Grecia y de allí se fue a Constantinopla, en ese momento capital del Imperio Romano de Oriente. En esta ciudad aprendió técnicas medicinales que venían de Persia, de La India o de China. Constantinopla era el centro mundial del comercio y allí llegaban comerciantes y eruditos de esos países. También aprendió matemáticas y algo de ingeniería. Y siempre haciéndose pasar por hombre. Para todos ella era un monje. 

Se fue a Roma y en ese momento el Papa estaba enfermo de gota. Juana logró curarlo usando lo que había aprendido en Oriente. Aplicó una terapia que consistía en no ingerir ninguna grasa animal y algunos brebajes que ella misma preparaba. 

Pero el Papa murió a los años y entonces la designaron a ella como Sucesor de San Pedro. No sabían que estaban nombrando realmente a una sucesora de San Pedro. 

Pero por más que durante muchos años había ocultado su verdadero género, Juana era una mujer y en secreto se acostaba con un embajador (o al menos así se dijo). ¡¡Y quedó embarazada!!

Una ilustración de Jacob Kallenberg del siglo XVI muestra a la Papisa Juana dando a luz en medio de una procesión por Semana Santa. Ilustraciones como éstas proliferaron en la primera mitad del siglo XVI cuando estaba en pleno auge la Reforma. 
El ropaje de los papas puede ocultar muy bien un embarazo y ella siguió su vida normal. Hasta que un día, en una procesión ella va en el carruaje papal, hacia la Iglesia de San Juan de Letrán y cuando pasa frente a la Iglesia de San Clemente, se cae del carro y da a luz. El bebé nació muerto y ella muere en el parto. Aunque hay otra versión: Se dice que el pueblo los mató a ambos. 

Tal vez todo esto es una leyenda, pero Martin Lutero, seiscientos años después, lo tomó como uno de sus argumentos para decir que la Iglesia católica romana no era la verdadera iglesia de Cristo iniciando así el rompimiento religioso conocido como la Reforma. 

Además… Uno se pregunta: ¿Por qué desde entonces y hasta nuestros días, los Papas, para ir del Vaticano a San Juan de Letrán, dan un rodeo para no pasar frente a la Iglesia de San Clemente?
Portadas de dos libros y una novela que tocan el tema de la Papisa Juana. La película de 2009 "La pontífice" se basó en la novela homónima escrita por Donna W. Cross. 
La leyenda de la Papisa comenzó con el dominico Jean de Mailly quien en su libro del año 1099 “Crónica del mundo” narra haber escuchado esa historia. Pero nadie hizo mucho caso a este relato, en todo caso Jean de Mailly agregó: “No he verificado si la historia es real”. Pasaron trescientos años y otro dominico, Martinus de Opaya, obispo de Gniezno volvió a hacer mención del suceso: “Una mujer, haciéndose pasar por hombre fue nombrada papa y murió dando a luz frente a la Basilica de San Clemente”·. 

Este obispo escribe: 
Después de León, Juan Ánglico [Juan el inglés], nacido en Maguncia, fue Papa por dos años, siete meses y cuatro días, y murió en Roma, tras lo cual se produjo una vacante en el papado de un mes. Se afirma que este Juan era una mujer que, de niña, había sido llevada a Atenas vestida de hombre por un cierto amante suyo. Allí se hizo experta en una variedad de ramas de conocimiento hasta no tener igual, y después en Roma enseñó artes liberales y grandes maestros salieron de entre sus alumnos y público. Una alta opinión de su vida y su sabiduría se extendió por la ciudad, y fue elegida como Papa. Mientras era Papa, sin embargo, quedó embarazada de un cortesano. Al ignorar la hora exacta en que se esperaba el parto, dio a luz a un niño yendo en procesión desde San Pedro a Letrán, en una calle entre el Coliseo y la iglesia de San Clemente. Después de su muerte, se dice que fue enterrada en este mismo lugar. El Papa siempre se aparta de esta calle, y muchos creen que esto se hace por el bochorno que provocó el evento. Tampoco se la encontrará en la lista de Santos Pontífices, tanto a causa de su pertenencia al sexo femenino como por la repugnancia de la materia.
Entonces, de ser cierto esto, el Papa al que conocemos como Juan VIII (que reinó desde el año 872 hasta el 882) fue realmente la Papisa Juana. 

La actriz Johanna Wokalek como "Juana" y el actor David Wenham como "Gerold", el comandante de su guardia personal y también su amante, en la película "La pontífice" (2009).  

Nota: 

Imagen inicial: La actriz alemana Johanna Wokalek en su papel de Juana, en la película alemana de 2009: "La Pontífice", dirigida por Sönke Wortmann. 

viernes, 21 de octubre de 2016

"Algo extraño sucede con los números primos"


"Puede que Dios no juegue a los dados con el Universo, pero algo extraño sucede con los números primos"
Paul Erdos

Desde los inicios mismos del pensamiento racional se ha creído firmemente que todo en el Universo es determinista, es decir, todo sucede por una causa (que puede medirse o analizarse) y una causa que produce un resultado producirá siempre ese mismo resultado.

Este principio ha impregnado la ciencia desde tiempos inmemoriales. Fue quizás Heisenberg el primero en teorizar que el Universo no es determinista sino todo lo contrario, es indeterminista; lo cual es casi como decir que todo es simplemente una probabilidad. El Universo sería un evento, algo que pudo o no pudo suceder (como lanzar un dado y que salga o no salga el seis. Eso es un evento). 

Si estos científicos tienen razón, y pareciera que los avances de la física cuántica así lo demuestran, entonces todo lo que sucede puede definirse en función del azar. Albert Einstein era determinista y se oponía a esta teoría. Él popularizó la frase: “Dios no juega a los dados con el Universo”. (No significa necesariamente que Einstein creía en Dios. Fue sólo una manera de él expresar su desacuerdo con el indeterminismo).


"Dios no juega a los dados con el Universo".
Con esta frase Einstein resumía
su oposición al indeterminismo. 
En la quinta conferencia Solvay, realizada en Bruselas en 1927, el científico Niels Bohr, seguidor del indeterminismo, le contestó a Einstein: “Señor Einstein, deje de decirle a Dios qué hacer con sus dados”. 

Digo esto antes de hablarle de los números primos, porque si hay algo donde pareciera que no hay un patrón, donde pareciera que existe el azar más puro, es precisamente con ellos. 

Un número primo es aquel que sólo es divisible en forma exacta por 1 o por el mismo número. Por ejemplo, el 13 es primo, ya que las únicas divisiones exactas de ese número son 13 entre 1 y 13 entre 13. En cambio, 10 no es primo, es compuesto, ya que él se puede dividir entre 1, 2, 5 y 10, con lo cual tiene cuatro divisores, es decir, más de dos. En resumen un primo es aquel que tiene sólo dos divisores. El 1 y el mismo número. Los primeros diez primos son: 2,3,5,7,11,13,17,19,23, y 29. Es importante mencionar que todos los primos, excepto el 2, son impares, pero no todos los impares son primos. Esto es fácil de entender: Todos los caleños son colombianos, pero no todos los colombianos son caleños. 

Fue Euclides, un matemático que vivió hace 2300 años el primero, que se sepa, que demostró que los números primos son infinitos. Esta es la primera extraña característica de estos números: Mientras más alto es un número mayor probabilidad debe existir de que tenga más de dos divisores; pero no, puedes imaginarte el número más grande, y quizás es primo. No existe el último número primo (sólo sabemos que existe el primero: el 2, que por cierto, como ya mencionamos, es el único primo que es par). 


Euclides demostró que los primos son infinitos.
Imagen: Euclides según un dibujo renacentista. 
No hay ni ha habido ningún matemático que no sienta una atracción por los números primos, y a veces es hasta enfermiza. Es que aquel que descubra el patrón _que se sospecha que ellos tienen_  tiene asegurado, para siempre, su nombre en la historia. 

Pero no, parece que no tienen un patrón. Todo en ellos es caos, como si fueran infinitos soldados dispersos: uno por aquí, dos por allá, luego un espacio vacío que se extiende decenas de kilómetros y otro soldado, solitario, y caminas 100 pasos y te encuentras dos más. 

Hay muchas conjeturas con respecto a los primos, por ejemplo, existen los primos gemelos, que son aquellos que tienen un par entre ellos, por ejemplo el 3 y el 5 son primos gemelos, también lo son el 11 y el 13 y el 17 y el 19. ¿Hay infinitos primos gemelos? No se sabe. 

Tres cosas principales sabemos de los primos: 1) Son infinitos. 2) Son todos impares menos el 2. 3) Todos los primos mayores que 2 terminan en 1, 3, 7 ó 9. Esto último nos permite saber fácilmente si un número cualquiera no es primo, por ejemplo, el 125.456 no es primo, porque no termina ni en 1, ni en 3 ni en 7 ni en 9. El 345.673 quizás sea primo, porque termina en 3. (He verificado y sí lo es. Esta página http://es.numberempire.com/ te da las propiedades de cualquier número. No verifiqué cuál es el máximo número que permite) 

Hay otra cosa que sabemos de los primos y quizás es la más importante. Se le conoce como Teorema Fundamental de la Aritmética. Es este: Todo número compuesto puede descomponerse como el producto de dos o más primos. Dicho de otra manera, cualquier número no primo es el resultado de multiplicar dos o más primos (Iguales o diferentes). Por ejemplo, el 10 es 2 x 5, el 20 es 2 x 2 x 5, el 45 es 3 x 3 x 5. 

Hay otra conjetura para la cual hay un premio de 20 millones de dólares (por parte del Instituto Clay  de los Estados Unidos de América) para quien demuestre que es falsa o cierta. Se le conoce como Conjetura de Goldbach, por Christian Goldbach un matemático que vivió hace casi 400 años. El conjeturó que todo número par es la suma de dos primos. Por ejemplo, el 8 es par, y tenemos que 3+5=8. El 12 es par y tenemos que 5+7=12 y el 30 es par y tenemos que 23+7=30. Esto pareciera que es verdad para dos pares cualquiera, pero no está demostrado. 

Vamos a resumir lo que sabemos de los primos: 

1) Son infinitos (gracias, Euclides).

2) Todo primo (excepto el 2) está en el medio de dos pares. 

3) Ningún primo es potencia de ningún entero. Esto es casi evidente. Supón que z^n = p y p es primo. Entonces p tiene como divisores a 1, a p y a z, con lo que tiene tres divisores, por lo tanto p no es primo. 

4) La división de dos primos nunca da exacta.

5) El producto de dos primos siempre es impar (a menos que uno de ellos sea el 2).

6) El único primo par es el 2. 

7) El menor de los primos es el 2. 

8) El único primo que termina en 5 es el propio 5. 

9) Todos los primos, excepto el 2 y el 5, terminan en 1, 3,7 ó 9. 

10) 2 y 3 son los únicos primos continuos que existen.

11) Todo número impar mayor que 5 es la suma de tres números primos. (Conjetura débil de Goldbach, demostrada en 2013). Por ejemplo, el 21 es impar y es la suma de 3+7+11 

Para finalizar, el último primo conocido tiene más de 22 millones de dígitos. Fue descubierto en enero de 2016 por Curtis Cooper, un matemático de la Universidad de Missouri. Es un número que no puede leerse ni tampoco vale la pena hacerlo. Aunque estos números extremadamente altos no tienen aplicación práctica su búsqueda y hallazgo (con ordenadores) llena de satisfacción a quien lo logra y pone a prueba la capacidad de las computadoras modernas.


Curtis Cooper de la Universidad Central de Missouri, usando un potente ordenador encontró el que es hasta ahora el primo más grande (en la imagen). 
En fin, puede que el Universo sea determinista. Puede ser que Einstein tenía razón y Dios no juega a los dados con el Universo, pero algo extraño pasa con los números primos. 

Anexo: 

La Criba de Eratóstenes. 

Eratóstenes, el mismo que logró medir con pasmosa exactitud la circunferencia de La Tierra fue un matemático y filósofo nacido en Cirene. Él fue Director de la Biblioteca de Alejandría, ciudad donde vivió y enseñó. Para enseñarle los primos a sus jóvenes discípulos ideó lo que se conoce como la Criba de Eratóstenes. Vamos a hacer una con los números del 1 al 100 (puedes hacerla más grande si quieres). 


Ahora tachamos el 1, y todos los pares menos el 2 , es decir tachamos todos los números de dos en dos contando desde el 2 (pero sin tachar éste). La criba va quedando así: 


Ahora tachamos todos los números de tres en tres, contando desde el 3 pero sin tachar éste. Y después de eso tachamos todos los números de cinco en cinco contando desde el 5 sin tachar el 5. Lo mismo hacemos con el 7 (de siete en siete). En nuestra criba de 100 números una vez tachados los de siete en siete (el último número tachado debe haber sido el 91) ya hemos terminado. Todos los números que quedaron sin tachar son primos. Observa que sólo basta con tachar el 1 y a partir de allí tachar los múltiplos de números primos


Todos los primos (los que están en fondo amarillo) comprendidos entre 1 y 100. Observa que su secuencia pareciera ser azarosa.  

¿Quién fue el Faraón que nombró a José como Gobernador de Egipto?



"Fue en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron
de Egipto, durante el cuarto año del reinado de Salomón, cuando se dio comienzo a la construcción del Templo de Jerusalén”

Lo anterior es cita textual de lo que aparece en el libro de Reyes de la Biblia. Ese dato es crucial para datar no sólo la fecha de la estadía de José en Egipto sino también el Éxodo ya que se puede conocer en qué fecha comenzó la construcción del Templo. Veamos: 

El rey de Tiro, Hiram I, fue aliado de Salomón y lo ayudó a construir el Templo. Hiram accedió al trono en el último tercio del siglo XI a.C. Es probable que haya comenzado su alianza con Salomón poco tiempo después. Eso nos deja como posibilidad que el Templo de Jerusalén comenzó a construirse en el año 1034 a.C. Si a esto le restamos 480 años nos lleva al 1514 a.C. como el año del Éxodo. En este momento, en Egipto reina el faraón Amenhotep  I

Hay un rango de 150 años para fijar cuál fue el faraón que nombró a José como Primer Ministro de Egipto. El más antiguo posible es Sesostris I y el menos antiguo posible es Amenenhat III. Si el Faraón que tuvo la pesadilla de las siete vacas flacas comiéndose a las gordas fue Sesostris I, José también sirvió a sus dos sucesores.
Ahora bien, si hacemos caso a la misma Biblia, de que los israelitas duraron en Egipto 430 años, volvemos a sumar esa cantidad a 1514 a.C. y llegamos al 1944 a.C. como el año cuando Jacob y sus hijos se fueron a vivir a la tierra de los Faraones. Para ese momento José tendría unos 33 años, por lo que nació en el año 1977 a.C.

Un motivo poco común en el arte egipcio
es representar al Faraón en actitud cordial
con otro hombre, sin embargo en este antiguo
relieve se muestra a Sesostris I en actitud fraterna
con su "supervisor de los graneros", Montuhotep.
¿Era éste Zafnat-Panea?
Se sabe que fue vendido como esclavo por sus hermanos a los 17 años y estuvo 12 años prisionero en Egipto (13 si contamos un año de servidumbre en la casa de Potifar), de modo que José fue nombrado gobernador de Egipto a los 30 años, es decir, en el año 1947 a.C. 

¿Quién reinaba en ese momento?

Sesostris I. 

Este Faraón tuvo a alguien muy cercano con el título de Primer Ministro, Tesorero real, Magistrado Principal, y dos títulos más que parecieran estar acorde con lo que hizo José: “Supervisor de los graneros” y “Dador de vida a la gente”

La única discrepancia con la Biblia es que este Primer Ministro se llamaba Montuhotep y sabemos que el nombre egipcio de José fue Zafnat-panea. En todo caso los egipcios eran dados a tener varios nombres. También, en el reinado de Sesostris I se construyó un canal para regar zonas a donde no llegaba el agua en caso de sequía y que desde tiempos antiguos se llama “Canal de José”. 

Con todo, es necesario mencionar que es muy probable que la construcción del templo haya iniciado realmente en el año 960 a.C. Esto nos lleva al año 1903 a.C. como el año de nacimiento de José y al año 1873 a.C. como el año en que lo nombraron Gobernador de Egipto. En ese momento reinaba Sesostris III. 

Pero existen dos posibilidades más: Sesostris II, quien reinó entre el 1895 a.C.  y el 1889 a.C. y se le considera porque este Faraón realizó grandes obras agrícolas; y una tercera posibilidad, que el faraón haya sido Amenemhat III, hijo del anterior. 

De modo que las posibilidades se reducen sólo a cuatro faraones: Sesostris I, Sesostris II, Sesostris III o Amenenhat III. De todos, el más probable es Sesostris III. 


Aún no se ha encontrado una sola evidencia arqueológica que nos hable de la historicidad de José, el hijo de Jacob y mucho menos que haya sido Primer Ministro en Egipto. Pero eso no es motivo para suponer que no existió y que su historia no es real. En algún lugar de Egipto, especialmente en el delta del Nilo, debe encontrarse, bajo las arenas, algún muro, algún sello, alguna moneda, algún vestigio de Zafnat-Panea, el hebreo que salvó a Egipto de la ruina en el siglo XVIII a.C.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Detrás de toda historia hay otra historia



Hubo un grupo musical en Venezuela cuyo estilo revolucionó la música popular. Quizás la generación actual no los conoce. Esta es la historia de la historia de "Las cuatro monedas". 


1915 - Georgetown, capital de la Guyana Británica. 


Joseph O’Brien es un joven de unos 25 años, aventurero y ávido de hacer fortuna. Pero el polvoriento y caluroso Georgetown es poco lo que le ofrece. Podría enrolarse en un barco británico pero ya sabía lo que el destino le deparaba si lo hacía: Su vida se consumiría entre viajes y más viajes por las islas del Caribe y quizás hasta moriría producto de la disentería, la tuberculosis o la gastroenteritis, enfermedades que hacían estragos en toda la cuenca del Mar Caribe. 

Pero por los momentos no tenía más remedio. Se embarcó con un capitán trinitario en un destartalado barco que se encargaba de transportar bananos entre Georgetown y La Florida. 

Fue en una parada que hicieron en Barbados donde Joseph conoció a Susan. Ella trabajaba en el puerto, atendiendo una posada. El flechazo fue instantáneo. Joseph le pidió que se fuera con él a Guyana y ella accedió. Desde hacía tiempo quería abandonar esa isla de marineros de poca monta, sembradíos de caña y maltratos de los blancos. 

“Al menos tendré un hombre que me represente” -pensó. 

Joseph no volvió a montarse en el barco del capitán trinitario y se quedó en Barbados. Esa misma noche hizo el amor con Susan en la parte trasera de la posada, en un cuartucho donde guardaban el grano. Se sorprendió que Susan fuera virgen y ella, en medio del acto notó su sopresa: 

_ ¿No lo esperabas verdad?, le dijo.

Él apenas dejó salir un “no”. Nunca había estado con una virgen y en su amor propio masculino se sentía inmenso al saber que era el primer hombre de esa mujer. 

Se fueron a Georgetown. Allí Joseph recibió otra sorpresa: Susan también tenía la semilla de la aventura, no era mujer de estar en un solo sitio. Quería viajar y hacer fortuna. 

Entonces se fueron hacia El Callao, un pueblo de Venezuela donde había mucho oro y al que ya se habían ido amigos y algunos primos de Joseph. 

_ Haremos nuestra vida en El Callao, Susan – le dijo Joseph. 

Con sus pocos ahorros tomaron un bote que los introdujo por las bocas del Orinoco y los desembarcó a unos diez kilómetros de Ciudad Bolívar. 

No tenían miedo de que los descubrieran. Por esos años, la Guayana venezolana era prácticamente territorio de nadie. Caudillos locales hacían de las suyas, cada uno con sus parcelas. Mientras que ellos no se cruzaran o entorpecieran las actividades de esos caudillos, contrabandistas, buscadores de oro… no habría problemas.

Se internaron hacia el sur y llegaron a El Callao. Un pueblito fundado unos 60 años atrás por gente que vino de Trinidad y de otras islas del Caribe atraídos por la fiebre del oro. Y el oro que allí se conseguía era como un regalo de los dioses: Metías una cesta en el río y al menos una pepita conseguías. 

Pero ya las vetas al aire libre estaban casi agotadas. Sin embargo Susan y Joseph armaron su rancho y se dispusieron a salir de la pobreza. Todos los días buscaban oro y encontraban una que otra pepita que luego se la vendían a un venezolano mal encarado que llegaba una vez cada tres meses, con bolívares. Él se llevaba ese oro, les pagaba a los habitantes del Callao y todos felices. Así el pueblo prosperó. 

En El Callao Susan y Joseph se sentían bien. Era un pueblo donde se hablaba inglés. La gente era muy alegre y nadie se metía con nadie.

Pero un día llegaron noticias al pueblo. En Maracaibo, una ciudad lejana, habían descubierto petróleo. Aunque muchos dijeron: “¿ Y qué? ¿Qué puede valer más que el oro?”.

Nadie hizo caso a la noticia. Pero cuando regresó el señor de Caracas, y les dijo que él no vendría más, que se iría a Maracaibo. 

_ The oil is the future –les dijo en un mal inglés. 

Fue Susan la que convenció a Joseph de irse a Maracaibo. No le llamaba tanto la atención eso del petróleo sino sus ganas de aventura. Sabían que el viaje tendrían que hacerlo por el Orinoco, hacia el oeste, luego atravesar los llanos de Apure, de Barinas y Portuguesa para después atravesar ese inmenso lago que en el mapa parecía una gota de agua. 

- Además, Joseph, I'm pregnant -dijo Susan remarcando las sílabas de "pregnant". 

Joseph abrió sus ojos como dos platos. 

_ Pero… pero… 

_ Oh my boy… yes. Tendrás un hijo. 

Y Joseph no quería que su hijo naciera en medio de esa selva, oliendo mercurio y castigado por los mosquitos. 

Hicieron el viaje. Llegaron a Maracaibo y se asentaron en un pequeño caserío, lleno de ranchos, de aventureros como ellos. Atraídos por el petróleo. Había muchos trinitarios y era común ver a gringos de aquí para allá. Todos siempre sonrientes. 

_ Si estos gringos andan risueños es porque aquí hay dinero. Sólo el dinero los pone así. 

Aunque Maracaibo era calurosa la encontraron más limpia y la gente era muy atenta.

Una tarde, mientras se bañaban en el lago (Susan ya con su vientre abultado por el embarazo) sintieron que allí se quedarían para siempre. La sensación de felicidad que tenían los llevó a hacer el amor, desnudos, dentro del agua. 

Un bote con tres pescadores maracuchos pasó cerca y los vieron: 

_ No se la metais toda, negro… vais a joder al carajito – le gritaron. 

Y siguieron en su bote, entre risas. 

Joseph y Susan no hicieron caso. En las aguas del Lago de Maracaibo, eran ellos dos solamente. El mundo no existía.

Debajo de ellos, en las profundidades yacía un mar de petróleo. 

En marzo de 1922 nació el único hijo que tendrían. Lo llamaron Eucario. 

Y Eucario O’Brien haría historia en Venezuela. 

Joseph y Susan progresaron y Eucario creció sano y fuerte. En diciembre de ese año vieron, a lo lejos, la inmensa columna de petróleo producida por el reventón del pozo Barroso 2. Varios días duró el pozo botando petróleo. 

Unos años después se mudaron a la propia ciudad de Maracaibo. Eucario demostró que le gustaba la música y su padre lo puso a estudiar piano. A los trece años ya tocaba en una emisora radial y poco después se apasiona por el jazz. 

A los diecinueve años, ya convertido en un gran pianista, Eucario se viene a Caracas. Deja en Maracaibo a sus dos ancianos padres: Joseph y Susan que aunque se sintieron tristes por la partida de su hijo, sabían, primero, que su afán de aventura lo habían heredado de ellos y, segundo, que esa es la ley de la vida. Eucario tenía que buscar su propio camino. Ya ellos habían hecho su parte. 

Eucario comenzó a tocar en algunos clubes caraqueños y en uno de esos lo vio un músico que tocaba para la Billos Caracas Boys. Lo contrataron y fue entonces cuando se cambió el nombre por el de Pat O’Brien. 

Pat se casa y engendra cuatro hijos: Marlene (1948), Gary (1949), Kenny (1950) y Brenda (1952). 

En 1960 murió su padre Joseph y fue enterrado en Maracaibo. Un año después murió Susan. Joseph y Susan tuvieron la dicha de conocer a sus cuatro nietos y fue Joseph, en su lecho de enfermo quien al bendecirlos les dijo: 

_ Que lindos mis nietos. ¿Saben? Cuando salí de Georgetown a Barbados sólo llevaba cuatro monedas de oro… Pero estas cuatro monedas valen mucho más.

Pat O’ Brien, pocos años después, con cuatro hijos, todos músicos y con buena voz, decide entonces crear la agrupación “Las Cuatro monedas”. Grupo que aunque en nuestro país son poco recordados, hizo historia en el mundo de la música. Las fusiones que hicieron, su estilo, fue único en el mundo.

Las cuatro monedas y un quinto hijo que tuvo: Gregory O’Brien, se disolvieron y cada quien hizo sus vidas. Viven en los Estados Unidos. Gregory, el más pequeño, murió por sobredosis de drogas en 1991.

Pat O'Brien el único hijo de Susan y Joseph,
murió en 2001 en un ancianato en Caracas.
Pat, fue recluido en un ancianato en Caricuao, Caracas. Allí le llevaron su piano y aunque sufría de artritis no dejaba de tocar. Hasta se volvió a casar allí, con una compañera del geriático. Luego enfermó y se lo llevaron al Hospital Clínico Universitario. Allá, según cuenta su amigo Jesús Rafael Pérez, pidió que le llevaran su piano. Y una tarde que él lo visitó, Pat le dijo:

_ ¿Cuándo me llevas a pasear?

_ Un día de estos… Mañana nos vemos. Cuídate. 

Pat murió esa noche. Era el 13 de enero de 2001. Tenía 79 años de edad. 

Los restos de Joseph y Susan yacen en Maracaibo, en tumbas olvidadas. Los que ven la lápida no se imaginan quién fueron ellos dos. 

Pero el gran amor que se tuvieron se materializó en el gusto artístico de su hijo y de sus nietos. 

Venezuela le debe un gran homenaje a Pat O’Brien, el negrito maracucho, de padre guyanés y madre nacida en Barbados. 

Y también, un homenaje a las Cuatro Monedas quienes hacen sus vidas en los Estados Unidos de América. Por cierto, Kenny O'Brien, es arreglista y productor musical de grandes estrellas. Ha ganado cinco premios Grammy. 

"Las cuatro monedas". Cuatro de los cinco nietos caraqueños que tuvieron Joseph y Susan. Jamás imaginó Joseph O'Brien que sus hijos marcarían un hito en la historia de la música popular en Venezuela.

Escuchen un tema de las "Cuatro Monedas" en ritmo Ska. El que toca la trompeta es Pat O'Brien.  



Nota:
Algunos aspectos mencionados en esta historia son producto de la imaginación del autor.