La Frase de la Semana

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miércoles, 12 de octubre de 2016

Las últimas palabras de personajes célebres


Lo que se dice antes de morir puede arrojar luz sobre lo que muy en el fondo alguien es realmente. Nadie niega que vivir implica asumir una máscara ("persona", en griego significa "máscara"). ¿Será que en el último momento de nuestra representación somos realmente?

Muchas personas logran decir una última frase antes de morir. La mayoría de las veces son bastante coherentes, pero otras veces parece que no tienen sentido. Recuerdo que mi abuela materna antes de morir decía en voz alta: “Ábreme la puerta. Ábreme la puerta”.


También recuerdo que un amigo me contó que estuvo en la agonía de un profesor amigo de él y el profesor señaló a los pies de la cama y dijo: "Mi mamá vino a buscarme” y entonces murió.  

Este post trata sobre las últimas frases de grandes personajes de la historia. Veamos: 

El famoso cantante Elvis Presley se levantó del sofá y dijo: “Ya vengo, voy al baño a leer”. Al rato lo encontraron. Había muerto. 

La famosa actriz Marilyn Monroe, ya en el ocaso de su carrera. Le habían cancelado su contrato y estaba pasando por un mal período llamó a una amiga por teléfono y le dijo: “Estoy muy cansada”. Al día siguiente la encontraron muerta. Aparentemente por suicidio. 

"Excuse moi, monsieur" fue la última frase
de María Antonieta de Austria, reina consorte
de Francia. 
María Antonieta era reina consorte de Francia. Primero ejecutaron a su esposo, el Rey Luis XVI, a las pocas semanas la sacaron de la cárcel y se la llevaron para ejecutarla. Cuando llegó al patíbulo pisó sin querer al verdugo y ella le dijo: “Discúlpeme, señor”. Segundos después la guillotina hizo lo suyo. 

En el siglo III a.C. Alejandro Magno logró crear un imperio que iba desde Grecia hasta los límites con La India. Se encontraba en Babilonia, muriendo (tenía 32 años de edad) y sus generales lo rodeaban preguntándole: “Alejandro, ¿A quién dejas tu imperio?”. Alejandro, antes de morir les dijo: “Al más fuerte”. 

El 4 de junio de 1830 el Mariscal Antonio José de Sucre iba por un camino montañoso con destino a Quito, Ecuador. Los asesinos lo esperaban y dispararon. Sucre exclamó: “¡Carajo, un balazo!” y murió. 

Jacques de Morlay fue el último Gran Maestre de los Templarios. Esta era una orden militar-religiosa que había adquirido mucho poder. Algo que no le convenía ni al Papa ni a Francia. Entonces los acusaron de herejía y pactos con el diablo. Y los condenaron. Después de unos tres años en prisión llegó el día de la ejecución de Jacques de Morlay. Antes de que las llamas acabaran con su vida, Morlay gritó: “Clemente y tú también, Felipe, traidores a la palabra dada. Los emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios. A ti, Clemente, antes de cuarenta días y a ti Felipe, antes de que acabe el año”. 

Fue lo último que dijo. (Aunque se dice que es falso). Lo cierto es que el Papa Clemente murió 33 días después (posiblemente envenenado) y Felipe, rey de Francia, murió nueve meses después, en un accidente mientras cazaba. 

El gran filósofo Sócrates era demasiado directo y franco como para no ganarse enemigos. Lo condenaron a muerte la cual se ejecutaría con un veneno llamado cicuta. Sócrates tomó la taza para tomar el veneno y le dijo a uno de sus alumnos. 

_ Crito, acuérdate que le debemos un gallo a Asclepio. 

Sigmund Freud fue el creador del psicoanálisis. Gracias a él se logró entender mejor cómo funciona la mente humana. Antes de morir dijo: “Esto es absurdo. Es absurdo”. 


"¿De verdad tengo pinta de marica?"
Rodolfo Valentino fue un actor de Hollywood en los años veinte. Aunque intentaba ocultarlo todos sabían de su orientación sexual. Antes de morir le preguntó al médico que lo atendía: 

_ ¿De verdad tengo pinta de marica? 

Agosto 1997, Diana de Gales, su novio, su guardaespaldas y el chofer van por un túnel en París. El carro choca. Pocos minutos después llegaron los paramédicos (aunque se dice que eran espías del Mossad para verificar que Diana estaba muerta). Se filtró a la prensa que cuando estos paramédicos llegaron Diana aún estaba consciente y dijo antes de callar para siempre: 

_ ¡Dios mío! ¿Qué pasó? 

Gay Lussac era un joven renombrado científico francés de principios del siglo XIX. Sus ansias de conocimiento no tenían límites. (Una ley de la química lleva su nombre). En el tiempo que vivió la ciencia se desarrollaba rápidamente. Antes de morir dijo: “Que triste tener que irse. Esto se estaba empezando a poner divertido”.

Napoleón Bonaparte, militar de Francia, cansado del desorden en que había caído el gobierno revolucionario decidió, en 1798, dar un golpe de Estado. Se hizo con el poder y se propuso conquistar Europa. Lo hizo en gran parte. Fue derrotado definitivamente en 1815. El gran amor de su vida fue la emperatriz Josefina. Antes de morir dijo: 

_ Francia. El Ejército. Josefina. 

Julio César vivió a mediados del siglo I a.C. Fue Cónsul de Roma y sus enemigos políticos lo acusaban de querer acabar con la República y crear una monarquía. Varios de ellos decidieron matarlo. Entre los conjurados estaba Bruto, un hijo adoptivo de César. Cuando Julio César llegó al Senado lo rodearon y comenzaron a apuñalarlo. En medio de todo, César vio a Bruto y le dijo en griego: “Bruto, ¿tú también, hijo mío?”. Recibió 23 puñaladas y murió a los pies de la estatua de Pompeyo.


El 15 de marzo del 44 a.C. César es asesinado. Aunque historiadores de su época dicen que no mencionó una sola palabra mientras era apuñalado, otros dicen que viendo a su hijo adoptivo, le dijo: "¿También tú, Bruto?"

A principios de 1945 ya Alemania estaba perdida. Por el oriente venían los soviéticos y por el este venían los aliados (Estados Unidos y Gran Bretaña). Hitler y sus principales colaboradores estaban en un bunker debajo de la Cancillería, en Berlín. Allí Hitler decidió quitarse la vida. Primero mató a su perra. También se quitó la vida su esposa y después se quitó la vida él. Su asistente personal que esperaba afuera después dijo que las últimas palabras de Hitler, antes de entrar a la habitación fueron: "Mañana muchos maldecirán mi nombre". 

En el siglo II a.C. Roma se propuso conquistar todas las ciudades griegas del Mediterráneo. En realidad, aquellas que decidían someterse a Roma no eran atacadas, pero Siracusa fue una de las pocas que decidió hacerles frente. El rey de Siracusa seguro tenía en mente a uno de sus más geniales científicos: Arquímedes. Éste inventó y construyó máquinas de guerra que mantuvieron en jaque a los romanos durante dos años. Pero la superioridad militar de Roma prevaleció y tomaron la ciudad. Arquímedes se encontraba en su casa, dibujando unos diagramas matemáticos en el suelo. El general romano (Marcelo) había dado la orden de que no mataran a Arquímedes (el tipo lo admiraba). Pero ante el inventor llegó un soldado y le gritaba que se pusiera en pie, que debía llevarlo ante el general. Arquímedes no hacía caso y el soldado revolvió los dibujos. Arquímedes (ya era un anciano) se le fue encima mientras le gritaba: 

_ ¡No toques mis círculos!

Fue lo último que dijo. El soldado lo atravesó con su espada. 

En el siglo XV, Juana de Arco era una muchacha que se presentó ante la corte del rey de Francia diciéndole que Dios la había enviado para salvar a Francia (En ese momento la mitad de Francia estaba invadida por los ingleses). Le dieron un ejército y Juana cambió el curso de la guerra a favor de Francia. Pero los ingleses la capturaron y la condenaron a morir en la hoguera. Antes de morir exclamó repetidamente: 

_ ¡Jesús, Jesús, Jesús! 

Nerón fue un despiadado emperador romano. “Tocaba” la lira y “componía” poemas. Viéndose perdido le pidió a uno de sus guardaespaldas que lo matara. Antes de morir dijo: 

_ ¡Qué gran artista muere conmigo! 

Ernesto Guevara se fue de Cuba a Bolivia, en 1965 con el fin de iniciar desde el antiplano andino lo que él llamaba la liberación del continente. Allá lo hirieron, lo capturaron y decidieron ejecutarlo. Frente al hombre que lo apuntaba, Guevara le dijo:

_Póngase sereno y apunte bien. Va a matar a un hombre. 


"Espíritu maligno"

Bram Stoker
Bram Stoker fue el escritor de “Drácula”. Agonizando señalaba hacia un rincón de la habitación mientras decía: 

_ Espíritu maligno… Espíritu maligno

Se cree que Mozart fue envenenado poco a poco con mercurio. Sus últimas palabras fueron: 

_ El sabor de la muerte está en mis labios… siento algo que no es de este mundo. 

El filósofo Voltaire vivió en el siglo XVIII. Aunque se ha dicho que fue ateo, Voltaire era deista, aunque para la religión de ese entonces eso casi que equivalía a decir que eras ateo. Cuando estaba moribundo le llevaron a un sacerdote quien le preguntó:

_ ¿Renuncias al Diablo y a todas sus obras? 

Voltaire respondió: 

_ Relájate, buen hombre. No es momento para hacer enemigos. 

Fue lo último que dijo. 

"Mañana al amanecer ya no estaré aquí"
Nostradamus
Nostradamus fue un médico y vidente del siglo XVI. La noche antes de morir estaba con unos amigos y cuando se despidió les dijo: 

_Mañana, al amanecer ya no estaré aquí.

En efecto, murió cuando el sol salía. 

Leonardo Da Vinci fue quizás la mente más genial que ha existido, pero antes de morir dijo: 

_ He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no alcanzó la calidad que debería tener.

Simón Bolívar liberó cinco naciones (seis si se incluye Panamá, que pertenecía a Colombia). Pocos minutos antes de morir su médico le escuchó decir: 

_ Vayámonos, no nos quieren en esta tierra. 

El pintor Pablo Picasso dijo: "Beban por mi". 

Hugo Chávez, presidente de Venezuela, anunció que padecía cáncer en junio de 2011. En diciembre de 2012 anunció en cadena nacional que se iba a Cuba a operarse y dejó entrever que quizás podía morir. Su última frase, en cadena nacional, fue: “¡Viva Venezuela!”.  Aunque, meses más tarde, después de su muerte, el general José Ornela, de la Guardia Presidencial, dijo que Chávez le susurró al oído, antes de entrar a la operación: 

_Yo no quiero morir. No me dejen morir. 

Francisco de Miranda, precursor de la independencia de Venezuela agonizaba en el hospital de la cárcel de La Carraca en Cádiz, España. Le llevaron un cura para que se confesara y exclamó: 

_ ¡Déjenme morir en paz!

Alexander Graham Bell fue el co-inventor del teléfono. Su esposa era sorda. Bell estaba muriendo y su esposa le dijo en señas: "No me dejes". Graham Bell le respondió en señas: "No". Y murió. 

Winston Churchill fue primer ministro de Gran Bretaña durante la II Guerra Mundial. Su carisma y aplomo fueron una fuente de consuelo en medio de todos los dolores que sufrió el pueblo inglés. Sus últimas palabras fueron: "Todo es tan aburrido". 

Pablo de Tarso fue un cristiano del siglo I. Después de varios años de predicar el evangelio lo condenaron a muerte. Antes de que el verdugo lo decapitara Pablo dijo: 

_Señor, ya está cerca mi corona.

Simón fue uno de los primeros apóstoles de Jesús. Se le conoce mejor como Pedro, apodo que le puso el mismo Jesús (significa “La roca”). Lo condenaron a morir en Roma, en la cruz. Mientras lo fijaban a la cruz Pedro dijo: 

_ No soy digno de morir como murió el Señor. 

Entonces colocaron la cruz al revés. 

Fue lo último que Pedro dijo.

Pedro Muñoz Seca fue un humorista y escritor español. También dramaturgo. Satirizaba en sus obras las ideas de los comunistas y los anarquistas. Cuando estalló la guerra civil fue capturado por los comunistas y antes de que lo fusilaran les dijo: 

_ Me temo que ustedes no tienen intención de incluirme en su círculo de amistades.  



"Todo está consumado"
Jesús de Nazaret
Jesús de Nazaret dijo siete frases mientras estuvo en la cruz. La última fue: 

_ Todo está consumado. 

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